La Sports Gala o Idrottsgalan, un evento anual que tiene lugar en Suecia, no solo es una de las citas más esperadas del año para los profesionales del deporte, sino una ceremonia que la Familia Real sueca no se pierde. En esta ocasión, para la edición de 2020, han sido los príncipes Daniel, Sofía y Carlos Felipe algunos de los invitados más esperados de la noche. Para acudir al evento, que tuvo lugar en el Globe Arena de Estocolmo, Sofia de Suecia ha aprovechado la ocasión para volver a reciclar uno de sus looks más aplaudidos: el vestido 'Meghan'. Fue en junio de 2018 cuando lució por última vez la prenda que rápidamente se asoció con la segunda elección nupcial de la duquesa de Sussex. Y, teniendo en cuenta tanto el diseño, 100% minimalista, como el color, un verde botella atemporal, pudo permitirse rescatarlo para la velada sin miedo a que resultara una elección pasada de moda.
La creación, con cola y escote halter, guardaba un parecido más que evidente con el segundo diseño que escogió Meghan Markle para su boda con el príncipe Harry. Si para la ceremonia la primera elección de la duquesa de Sussex había sido una majestuosa creación de Givenchy -obra que seguramente forme parte de la colección de la Casa Windsor después de su cambio de residencia-, fue Stella McCartney la encargada de crear el segundo modelo que luciría para la fiesta. Mientras que el look nupcial era, como es lógico, en color blanco, la diferencia más notable se limitaba a la tonalidad.
Incluso la silueta, algo ceñida al talle y suelta por debajo de la cadera, conectaba con el vestido de novia, moderno y femenino a partes iguales. En ambas ocasiones, Sofia de Suecia tomó ejemplo de Meghan con el beauty look, ya que tanto en 2018 como en la gala deportiva de esta noche fue un recogido su elección como broche del estilismo. Aunque cambió la coleta baja de hace dos años por una cola de caballo alta y tirante un peinado que, con los mechones lisos a ambos lados de la cara, recordaba a los hairstyle que se popularizaron durante la década de los 90.
No solo el pelo fue el único cambio entre las dos combinaciones. Unos pendientes dorados con forma de cruz con brillantes engarzados en negro y rojo (como se puede ver sobre estas líneas) fueron los que lució la última vez. En esta ocasión, prefirió darle un toque más de tendencia con unos impresionantes pendientes XL con plumas en amarillo mostaza que contrastaban con la tonalidad fría de su vestido.