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En unas horas los Reyes inaugurarán una nueva edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Ifema, pero ayer don Felipe asistió a una cena previa organizada con motivo del 40 cumpleaños de la institución. Aunque Pedro Sánchez no asistió, destacó la presencia de su mujer, Begoña Gómez, que acertó con un estilismo de estética minimalista. La bilbaína acudió en función de directora del Africa Center del Instituto de Empresa, su primera aparición pública desde la formación de nuevo gobierno. Una ocasión en la que ha reafirmado su evolución de estilo con un look que recupera uno de sus trucos de moda preferidos.
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Para esta cita, Begoña escogió un favorecedor diseño con el escote asimétrico que más estiliza, un tipo de corte que deja al aire un brazo y queya había lucido anteriormente en el desfile de Hannibal Laguna en marzo del año pasado. Con este modelo, asienta las bases del que será su estilo en esta nueva etapa que comienza. Se trata de un vestido de cóctel entallado a la cintura y con falda ligeramente evasé a media pierna, confeccionado en un tejido azul noche de acabado satinado. Sigue fijándose en las royals como mayores referentes de moda, ya que esta prenda recuerda a una de las más acertadas de doña Letizia en los últimos años, pero comienza a definir su imagen personal al recuperar, por ejemplo, la estrategia con la que se coronó como la mejor vestida de la Fiesta Nacional para los lectores de HOLA.com.
Vuelve a confiar en Pedro del Hierro, casa española que curiosamente firmaba el citado look de la Reina y que parece haberse convertido en la preferida de Begoña para las grandes ocasiones. Aunque actualmente se encuentra agotada en todas las tallas, esta creación llegó a estar rebajada a 262 a través de la web, pero contaba con largo hasta los tobillos, por lo que Begoña se lo ha acortado para rebajar la intensidad. Al igual que hizo el pasado 12 de octubre, la mujer del Presidente del Gobierno quiso marcar anoche la diferencia al poner la nota de color mediante sus accesorios, por lo que combinó salones de ante de un intenso tono rojo con cartera de mano rígida a juego.
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De este mismo carmesí era la barra que destacaba en su maquillaje de noche, que cedía todo el protagonismo a sus labios. Como joyas, llevó únicamente unos pendientes de aro brillantes que iluminaban su rostro. Para resguardarse del frío, lució a su llegada al evento un abrigo blanco de solapas y botonadura frontal.