Esta tarde, los duques de Sussex han regresado a la vida pública tras permanecer casi dos meses alejados de la atención mediática. La Casa de Canadá en Londres ha sido el lugar elegido, una cita en la que Meghan Markle ha revelado una nueva fórmula de estilo. Y es que, aunque la Duquesa siempre suele elegir prendas básicas y fáciles de combinar (igual que ha hecho hoy), ahora cambia sus siluetas preferidas (la falda lápiz y el vestido camisero) por un nuevo básico que promete ganar fuerza en su armario: la falda midi satinada. Además, ha optado por componer un estilismo que sigue la tendencia monocolor, que promete triunfar en 2020, con otras dos prendas que forman su fondo de armario más recurrente: un suéter de cuello vuelto y un abrigo cámel.
A pesar de mantenerse fiel a las fórmulas que la caracterizan, como el cuello cisne de su suéter -un detalle que acostumbra a escoger para sus ocasiones más importantes-, hoy se ha podido distinguir un sútil cambio de rumbo en su estilo. La Duquesa ha optado por una falda midi satinada de corte holgado que, tal y como indican las últimas tendencias, se trata de un modelo con un aire más juvenil y 'relajado' que se aleja de los clásicos modelos lápiz que solía defender antes de quedarse embarazada del pequeño Archie. Un giro con el que quizá esté adelantando una nueva dirección para el 2020 en lo que a preferencias estilísticas se refiere. Además de la versatilidad de su suéter de cuello vuelto, Meghan ha querido mantener su fidelidad al abrigo cámel y a los zapatos de tacón que la han convertido en todo un referente de moda. De este modo prueba que no hace falta cambios radicales para conseguir un estilo nuevo, sino que con modificar la prenda adecuada (la falda, en su caso), es suficiente.
El conjunto con el que Meghan Markle ha inaugurado el año que está formado por un suéter de cuello vuelto en tono whisky, una falda midi satinada, ambos de la firma española Massimo Dutti, y un abrigo beige de líneas minimalistas, de la firma Reiss. La Duquesa remató su estilismo, compuesto enteramente por prendas en tonalidades de la misma gama cromática: los tonos tierra, con unos salones de punta y tacón fino, diseño de Jimmy Choo, con acabado en terciopelo del mismo color que su falda, y joyas de la firma Kismet by Milka. Meghan Makle, reconocida como la segunda royal que más ha invertido en moda en el pasado año -después de la Princesa Charlene de Mónaco-, ha demostrado que con el paso del tiempo su estilo también va evolucionando.