Hollywood se ha vestido de largo este domingo para la entrega de los Globos de Oro, la ceremonia que da comienzo a la temporada de premios de 2020. El pistoletazo de salida ha sido por todo lo alto gracias a las invitadas, que han acaparado las miradas sobre la alfombra, en un desfile de looks que pasará al recuerdo. ¿Y quién podría ser mejor ejemplo que Jennifer Lopez? Acostumbrada a brillar sobre el escenario, la prueba de la red carpet no se le resiste a la artista, que ha acudido nominada por su papel en 'Estafadoras de Wall Street'. La gran pregunta sería si la diva del pop recurriría a su apuesta segura, los vestidos ceñidos que nunca le fallan en las citas con la moda, o sorprendería a sus fans con siluetas mas relajadas -ocasiones en las que se lleva el premio a la más elegante-.
Si hace tan solo unos días derrochaba glamour con un diseño de flores de Richard Quinn de silueta acampanada, para la noche de los galardones ha seguido la misma línea de estilo con un vestido exclusivo de Valentino. El lookazo sin precedentes abre un nuevo capítulo en las elecciones de la intérprete, que dejó salir su lado más barroco. La creación de alta costura potenciaba el escote gracias al corte en 'V', aunque lo más llamativo eran los lazos abullonados de tamaño XL en verde y dorado de alto impacto, con falda a contraste en blanco.
Los complementos son los acompañantes más fieles de la estrella en todas sus noches de altura. Los zapatos y el bolso parecen ser piezas clave en las composiciones de Jennifer Lopez para crear un look redondo, por lo que siempre hacen acto de presencia. En esta ocasión, prefirió llevar las manos libres y apostar por joyas a juego con los colores del diseño, accesorios que se convirtieron en las estrellas al sumar puntos de elegancia. Por último, un moño trenzado estilizaba la silueta de la actriz que se metió en la piel de Ramona, al sumarle varios centímetros de altura visualmente.