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El modisto francés Emanuel Ungaro falleció el pasado sábado 21 de diciembre en París a la edad de 86 años. Nacido en el sur de Francia en el seno de una familia de costureros, en 1956 se trasladó a París, donde inició su formación dentro del mundo de la moda bajo las órdenes de Balenciaga y Courrèges. Cumplidos los 33 años de edad, el diseñador se decidió a fundar su propia firma que, con la feminidad, el riesgo y el exceso como sus principales señas de identidad, no tardo en ganarse una clientela fiel entre las que se encontraban mujeres de renombre como la ex primera dama estadounidense Jackie Onassis o Catherine Deneuve.
En 1998, Giambattista Valli entró a trabajar en la maison, a cargo de las colecciones de novias y prêt-à-porter. En 2004 el diseñador italiano dejó la firma por desavenencias con la mujer de Emanuel, que se retiró ese mismo año. Desde aquel momento, la marca fue pasando por las manos de multitud de estilistas que trataron de mantener el legado del modisto francés, hasta que en marzo de 2017 Marco Colagrossi tomó las riendas del negocio y, como director creativo, consiguió recuperar el esplendor de la firma, respetando su ADN y adaptándola a una clientela más joven. Emanuel Ungaro, que en 1999 fue galardonado con el premio español de la XVIII edición de la Aguja de Oro, uno de los más prestigiosos de nuestro país, es especialmente conocido en España por ser el creador del vestido de novia de Eugenia Martínez de Irujo.
La hija de la duquesa de Alba confió en el modisto para la creación del diseño que luciría durante su enlace con Francisco Rivera, un vestido de seda de escote cuadrado, manga larga y corte recto con cuerpo entallado, con bordados en color crema, que la duquesa de Montoro combinó con un velo de encaje. Hoy, decimos adiós a uno de los grandes nombres de la moda recordando una de sus citas: “La moda no es arte, sólo un pretencioso puede pensar tal cosa. El arte tiene vocación de eternidad, y la moda es algo efímero”.
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