Después de la agitada tarde del martes, en la que asistió a dos actos muy distintos con apenas hora y media de diferencia, doña Letizia continúa con su agenda oficial en Granada. La Reina ha viajado hasta la ciudad andaluza para inaugurar la exposición La Granada Zirí y el universo bereber en el histórico enclave de La Alhambra, una cita en la que cambia de registro con respecto a sus looks de hace dos días, cuando impactaba con un espectacular nuevo vestido negro de escote rejilla y cascada de flecos. Esta vez recupera su imagen working más sofisticada y discreta al reciclar de su armario un traje dos piezas gris de Felipe Varela.
La Reina ha vuelto a decantarse por la sencillez y la elegancia al ponerse de nuevo uno de sus conjuntos preferidos, un dos piezas de Felipe Varela, su diseñador preferido para las grandes ocasiones. Se trata de una chaqueta gris cheviot entallada con cinturón incorporado que potencia su 'cintura de avispa' y agrega ribetes morados, que posee falda midi evasé a juego decorada con bordados florales en los mismos tonos que estos detalles. Esta fue su elección para la Fiesta Nacional de 2017, en la que lo lució con moño bajo y salones de ante, y apenas unas semanas después lo repetía. Desde entonces, se ha convertido en una de sus apuestas seguras cuando quiere conseguir un look acertado sin arriesgar. El 31 de octubre de 2018, día del cumpleaños de Leonor, lo llevaba para cederle todo el protagonismo a la princesa en la que fue su primera lectura en público.
En esta ocasión ha completado con salones de 'escote en V' en tono marino, bolso tipo sobre a juego y pendientes de aro plateado. Como es habitual desde hace meses, ha rematado con el anillo redondeado en tono dorado de Karen Hallam que le regalaron sus hijas. Con este estilismo, doña Letizia confirma la teoría de que elige modelos discretos después de impactar con sus looks más rompedores, algo que hizo el pasado martes al estrenar un fabuloso diseño entallado de escote rejilla y cascada de flecos para asistir a los premios ABC.
Es habitual que la Reina juegue con estos contrastes, buscando encontrar el equilibrio perfecto entre seducción y sofisticación en su armario para conseguir adaptarse perfectamente al protocolo que requiere cada evento. Precisamente el año pasado asistió a estos mismos galardones con un entallado (y escotado) vestido negro de Carolina Herrera que, al igual que el de esta semana, logró generar numerosos titulares a nivel internacional. Dos días después, estrenaba un sobrio conjunto rojo aderezado con un clásico collar de perlas.