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Aunque es el último mes del año, diciembre ha empezado por todo lo alto con la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25). Especialmente para los Reyes, quienes han recibido a los Jefes de Estado que asistirían a la convención que funciona como instrumento para la concienciación y avance en los compromisos para combatir el calentamiento global. Una serie de ponencias que tendrán lugar desde hoy, y hasta el 13 de diciembre, en la capital española. Aunque el evento transcurrirá en IFEMA, el Palacio Real ha sido el lugar elegido para que Felipe VI y doña Letizia les dieran la bienvenida a los invitados. Una causa con la que la Reina está especialmente comprometida, ya que ha acudido en los últimos años a varias citas por todo el mundo, de París a Ginebra. Para esta clase de eventos, no permite que su estilismo le robe atención a la causa que apoya, por lo que suele optar por estilismos sobrios -siempre a la moda al seguir de cerca las últimas tendencias-, tal y como demostró en la audiencia con un diseño bicolor en el que llamaba la atención una falda con guiño al acto.
De cuello redondeado y brazos al descubierto, el estilismo de dos piezas jugaba con los dos colores por excelencia cuando se trata de escoger un look elegante del armario, el blanco y el negro. El top claro desaparecía debajo de la falda de H&M con cintura de efecto corsé, pieza que terminaba a la altura de la cadera, en una silueta acampanada evasé. La prenda ocultaba un significado muy curioso, ya que se trata de una de las obras de la línea 'Conscious Exclusive' del gigante sueco, que se centra en la creación de moda sostenible, toda una declaración de intenciones.
Pero además, al ser un diseño que salió a la venta en 2018, habría estado todo un año en el vestidor real a la espera de la mejor ocasión para ser lucido, un momento que llegó, por fin, este lunes. Aficionada a los largos intermedios, doña Letizia se enamoró del diseño asequible al llevar su corte estrella, el midi, ya que la prenda negra, con bordados horizontales, dejaba a la vista el calzado. La ventaja de este tipo de creaciones es que suman centímetros de altura, una característica de la que se benefició la Reina, potenciando su estilizada silueta.
Si las botas son su calzado predilecto -y el que más triunfa entre sus seguidoras-, cuando los actos tienen lugar fuera de Palacio, para la recepción apostó por el que es otro de los modelos estrella de su vestidor, los stilettos. Un calzado por el que siente una pasión que comparte con otras mujeres de la realeza como Meghan Markle, así como con primeras damas como Melania Trump. Al escogerlos en color negro y a tono con el bolso de mano, remató su look bicolor con discretos pendientes de brillantes que quedaban a la vista gracias al moño pulido. Una composición en la que la elegancia fue clave, una vez más, para lograr el acierto.
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