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Al Hotel Palace de Madrid se han trasladado este jueves los Reyes por una razón muy especial, ya que serían los encargados de presidir el acto de entrega de la XXXVI edición del Premio de Periodismo 'Francisco Cerecedo'. Desde 2007, antes de que Felipe VI subiera al trono, son los más fieles asistentes a la ceremonia de galardones que organiza cada año la Asociación de Periodistas Europeos. Se trata de una de las citas donde doña Letizia parece querer seguir una tradición de estilo con las tonalidades oscuras, las que suele reservar para esa fecha -así como cuando deja el color rojo para las grandes ocasiones-, sin perder de vista las tendencias de cada temporada. El año pasado fue su nueva imagen, muy seductora y sofisticada, la que se llevó el protagonismo. Para esta ocasión la Reina ha recurrido a su estrategia de lucir los colores más sobrios de la paleta pero incorporando una nueva firma a su vestidor. No era la única sorpresa, ya que ha interpretado uno de sus cambios de look con un falso bob, igual que el que lució hace unos años.
En una de las noches donde la elegancia por parte de doña Letizia está asegurada, se superó con un impresionante vestido negro de largo midi con detalles florales en dorado. La pieza era obra de Dries Van Noten, una firma belga que ha llevado por primera vez, incorporándola a su armario royal, y que se encuentra en la lista de predilectas de Matilde de Bélgica. El diseño dejaba los hombros tapados, con un sutil detalle de lentejuelas, y el resto del brazo al descubierto. Ceñido a la cintura y con abertura trasera en el bajo de la falda, el original corte lograba que la atención se dirigiera a los estampados brillantes, una serie de motivos que recordaban a los trajes tradicionales chinos.
Y aunque su estreno era llamativo por sí solo, también el peinado se llevó gran parte de las miradas. Apostar por el falso bob es un truco que permite lucir una melena corta sin necesidad de pasar la tijera, la que fue la elección de la Reina. Gracias al recogido, los pendientes dorados formados por dos flores (una más grande y otra más pequeña), de Helena Nicolau, sumaban puntos de estilo a la mezcla que podemos imaginar a la perfección en cualquiera de las fiestas de la temporada navideña.
Como toque final, añadió unas sandalias de tacón negras con tiras metalizadas que se coordinaban con el bordado de la creación belga, un calzado de Magrit con el que llevó el riguroso color block hasta en sus accesorios. El habitual bolso de mano, modelo que suele escoger para el homenaje, no faltó en su look de premio. Un complemento también liso y negro, con solapa dorada y de la misma firma, que puso el toque final a la combinación más exótica de doña Letizia.
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