Mangas 'puffy' y falda de cuadros, la apuesta de Mary de Dinamarca en su cita con Brigitte Macron
La princesa danesa recicla con maestría un conjunto de estilo parisino ideal para su encuentro con la Primera Dama francesa
Federico y Mary de Dinamarca se encuentran inmersos desde el lunes en un viaje oficial en Francia, donde la princesa ha dejado ya varios looks para el recuerdo con los que reafirma que es una de las royals más comprometida con la sostenibilidad y que mejor recicla su vestuario. Hoy, Mary ha acudido a un encuentro junto a la primera dama de la república francesa, Brigitte Macron, junto a quien ha protagonizado un potente duelo de estilo en el que ambas han se han mantenido totalmente fieles a sus distintas estéticas.
La mujer del heredero al trono danés ha demostrado que está al tanto de las últimas tendencias en moda, y se ha sumado a la moda de las mangas puffy, o lo que es lo mismo, abullonadas, ante la que han sucumbido recientemente otras mujeres como Meghan Markle o Melania Trump. Ella lo ha hecho mediante un favorecedor jersey blanco de cuello perkins con ondas, un básico perfecto para la temporada de otoño/invierno que añade pequeños detalles diferenciadores para otorgar un aire más estiloso. Es la tercera vez que Mary luce esta prenda, que curiosamente también tiene Mette-Marit de Noruega. En esta ocasión, la ha combinado con una falda de tweed para conseguir un perfecto estilo parisino.
En concreto, ha recuperado de su armario una falda de este elegante tejido en combinación de tonos burdeos, blancos y grises que estrenó en diciembre del año pasado, un diseño de tiro alto y falda evasé con bajo deshilachado firmado por Alexander McQueen. Ha rematado con complementos en tono vino: salones clásicos de Gianvito Rossi y bolso de mano de Hugo Boss. En cuanto a las joyas, ha optado por unos pendientes de aro con diamantes engarzados de Sophie Bille Brahe y, como es habitual, ha lucido también su brazalete de oro de Cartier.
Por su parte, Brigitte Macron ha vuelto a potenciar sus piernas, sin duda su punto fuerte, mediante un diseño 'mini' que seguía una de las tendencias preferidas de la duquesa de Sussex, puesto que se trataba de un vestido-blazer negro con detalles tipo blazer. Este modelo contaba con discretas rayas diplomáticas, botonadura frontal y cinturón incorporado para entallar la silueta. Ha rematado con salones a tono y un gran anillo de diamantes con piedras azules.