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La mañana del lunes, Melania Trump y su marido, el presidente Donald Trump, asistieron a un evento organizado por la Administración de Control de Drogas (DEA) en Arlington, Virginia. Una ocasión que la Primera Dama estadounidense aprovechó para ofrecer una charla de concienciación y pedir el cese de la promoción de los cigarrillos electrónicos entre los menores. Esa misma noche, Donald y Melania Trump recibieron la visitas de los líderes militares y sus esposas en la Casa Blanca. Dos ocasiones en las que Melania ha recurrido a dos vestidos en cortes muy similares, rescatando la silueta lady del vestido amarillo evasé con el que asistió a la cumbre del G7, su amuleto para las citas importantes.
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Dejando de lado los diseños más arriesgados, como el vestido con mangas abullonadas que lució en su última aparición pública, la Primera Dama inauguraba la jornada del lunes con un vestido negro de corte evasé, sin mangas y con cuello cerrado, con largo a la altura de las rodillas. Un diseño de Prada entallado en la cintura, que combinó con unos zapatos de salón en color negro. En concreto, se trata de un vestido que Melania ya había lucido anteriormente en su versión blanca, durante la reapertura del Washington Monument en el National Mall el pasado 19 de septiembre, y que ha incluido en su armario en color negro para seguir llevándolo durante todo el invierno.
Una apuesta muy sobria y favorecedora que la repitió la noche del lunes añadiendo un toque de color. Para su cita con los líderes militares, Melania asumió a la perfección el papel de anfitriona escogiendo un diseño algo más arriesgado y llamativo, pero manteniéndose fiel a la silueta que más estiliza. Con falda evasé y ligeramente más largo, la Primera Dama lució un vestido muy similar en cuanto al corte, con cuello cerrado y cintura marcada. La novedad de este diseño recaía en el tejido, ya que estaba confeccionado con una tela satinada que presentaba un estampado floral en rojo y azul marino, con franjas en contraste que creaban un efecto de asimetría muy acorde con las tendencias de moda del momento. A los pies, unos zapatos de salón azul marino.
En su versión más sobria de día y con un diseño más llamativo para la noche, que le ha ayudado a diferenciarse del resto de las invitadas, Melania ha conseguido dos conjuntos ganadores recurriendo a una de sus fórmulas de estilo favoritas: vestido evasé y zapatos de salón. Dos diseños que mantienen una de las siluetas favortias de las royals y que han conquistado a la Primera Dama por la forma en la que estilizan el cuerpo, gracias a la cintura marcada y el ligero vuelo de la falda, y que funcionan a la perfección para cualquier ocasión, como la propia Melania ha demostrado.