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Con uno de sus looks más juveniles y entre los aplausos y las felicitaciones del público, Penélope Cruz llegaba anoche al Hotel María Cristina para asistir a la 67 edición del Festival de Cine de San Sebastián. Haciendo gala de su capacidad para crear estilismos impecables en base a prendas básicas, la actriz recurrió a su fórmula de estilo favorita desde hace más de 15 años y combinó sus pantalones vaqueros acampanados con una chaqueta de manga corta entallada de color blanco y unas sandalias de plataforma en el mismo tono. Una primera toma de contacto que avecinaba looks memorables y que la propia Penélope ha confirmado tras su primera aparición oficial en el certámen.
Confirmando los rumores que afirmaban que sería una de las encargadas de poner el toque de glamour en el Festival, la actriz ha asistido esta misma mañana a la rueda de prensa de La Red Avispa, película que protagoniza junto a Gael García Bernal y Edgar Ramírez con un estilismo impecable. Para la ocasión, ha escogido un traje blanco de Ralph & Russo compuesto por un pantalon palazzo de tiro alto y una chaqueta tipo blazer con solapas, dos botones delanteros decorados con pequeños brillantes y una perla, pieza que también decoraba los puños de las mangas. La protagonista de Dolor y Gloria ha completado el conjunto con un corsé blanco en un tejido satinado, unos pendientes con tres brillantes en forma de lágrima y las mismas sandalias blancas de plataforma de Jimmy Choo (modelo Lilah) a las que recurrió la noche anterior, que dejaban a la vista su pedicura en color rojo.
Un maquillaje muy natural con sombras cobrizas y labios nude y un peinado ladeado que dejaba caer su melena ondulada sobre su hombro izquierdo redondeaban un estilismo de cortes minimalistas con el que la actriz ha hecho gala una vez más de la elegancia que la caracteriza y que le ha valido ganarse el título de icono de estilo. Penélope, que recibirá esta noche el Premio Donostia, se ha apuntado a una de las tendencias más relevantes de la temporada, los trajes de chaqueta, en su clave más femenina, al combinarlo con una pieza de lencería y ha demostrado que es posible (y muy acertado) seguir vistiendo de blanco incluso durante el otoño.
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