En un mundo en el que los códigos de vestimenta cada vez son más laxos, el cambio de estilo llega incluso a las esferas más altas. Las más jóvenes de la realeza se resisten a los tacones, las deportivas son el nuevo calzado oficial de los actos. Una de las últimas royals en confirmar la extendida tendencia entre las generaciones más jóvenes de las casas reales ha sido Ingrid de Noruega. La hija de los príncipes Haakon y Mette-Marit acompañó a su abuela este martes a conocer las nuevas esculturas que conformarían uno de los parques de Oslo. Sin embargo, a diferencia de la reina Sonia, quien no se resiste a dejar los zapatos altos -aunque cada vez recurre a medidas más moderadas para ganar estabilidad como el kitten heel o el de estilo chupete-, su nieta prefiere apostar por la comodidad y el toque informal que aportan las sneakers.
A sus 15 años, el romance entre la primogénita de los príncipes Haakon y Mette-Marit y la moda está empezando a aflorar. Ya hace gala de un estilo personal directamente inspirado por las mejores pasarelas. Valentino o Alberta Ferretti son algunas firmas que, esta temporada, han apostado por el tul, un tejido que funciona tanto en tops como en faldas aportando un toque muy romántico. Pero para la princesa de Noruega, contrarrestar la personalidad fantasiosa del material, que llevó como parte de abajo en una falda lila, fue tan sencillo como añadir un jersey de punto del mismo tono y un abrigo largo en azul marino.
El toque final, deportivo, desenfadado, divertido y muy juvenil, lo pusieron sus zapatillas blancas, un calzado que funciona con absolutamente todo lo que tengamos en el armario. En el caso de la princesa, fue el modelo de Superga en color blanco, las que son ya conocidas por ser sus favoritas debido a que se las ha puesto en numerosas ocasiones. Este calzado, que ronda los 60 euros, no solo es un complemento muy asequible, sino que ha unido a mujeres influyentes de todo el mundo, desde Alessandra Ambrosio a Jennifer Aniston, pasando por Emma Watson, Alexa Chung o la propia Kate Middleton, que son solo algunas de las que tienen el mismo modelo que Ingrid de Noruega en sus respectivos armarios.
Su amor por las zapatillas podría deberse a que cada vez las royals y aristócratas las ven con mejores ojos: tenemos también el ejemplo de Lady Amelia Windsor, que es una gran fan de las sneakers. También podría deberse a que, como amante del surf -afición que comparte con su padre-, el fútbol o incluso el kick boxing, está más que acostumbrada a pasar parte del día usando zapatillas de deporte, un rasgo de su personalidad que mantiene incluso en los actos oficiales saltándose el protocolo. Incluso en el posado real por las bodas de oro de los reyes de Noruega del año pasado, la futura heredera al trono también apostó por las deportivas. ¿La veremos en un futuro incluyéndolas en un look de gala o hará como Kate Middleton y las dejará solo para ocasiones concretas?