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Hoy es una de esas citas señaladas especialmente en el calendario para la Familia Real de Noruega. A sus 15 años, la futura reina Ingrid de Noruega, hija de los príncipes Haakon y Mette-Marit, se confirma ante sus seres queridos. Además de su familia, también se espera la asistencia de Victoria de Suecia, su madrina de bautizo, y nuestro rey Felipe, uno de sus padrinos -son seis en totall-. Para la cita, que tendrá lugar en la capilla del Palacio Real a las 12 de la mañana, se ha desvelado que la joven princesa vestirá un traje tradicional en homenaje a la cultura de su país. Además, será una pieza con gran valor sentimental puesto que se trata de un regalo de su abuela, la reina Sonia.
En concreto, lucirá un bunad -así se denomina a este tipo de vestimenta- en cuyo proceso de creación ha participado ella misma. Los primeros bunads datan del siglo XVIII pero tuvieron su máximo auge en el siglo XX gracias a la popularización de la música folk. Generalmente, constan de una blusa blanca como base, a la que se suma una falda larga con vuelo y chaleco a juego que puede formar parte de la misma pieza o ir por separado. Se suele rematar con un mandil blanco y se adornan con bordados étnicos y cenefas multicolores. Para las ocasiones más especiales, en las que se quiere conseguir una imagen más sofisticada y lujosa, se pueden añadir pedrerías y un tipo de joyería de la zona llamada sølje.
Esta no será la primera vez que Ingrid luzca un atuendo de este tipo, de hecho este mismo año lo escogió para celebrar el Día Nacional de Noruega en mayo. Sin embargo, su elección de hoy será mucho más especial ya que, además de tratarse de un regalo de la reina Sonia, ambas han participado en la creación. Tal y como ha confirmado la prensa noruega, la joven princesa ha elegido varios elementos que quería incluir en su look, y su abuela también ha formado parte activamente del proceso de diseño.
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