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Un año más, la Familia Real se ha reunido con la prensa para su tradicional posado veraniego en Palma de Mallorca, en el que Felipe IV y doña Letizia posan junto a sus dos hijas frente a las cámaras de los fotógrafos. Tras la excepción del pasado año, cuando citaron a la prensa en los jardines del Palacio de la Almudaina, la Familia Real ha vuelto a escoger los jardines del Palacio de Marivent como localización para la sesión de fotos, ya que se trata de su residencia vacacional habitual. Por segundo año consecutivo, la Reina ha apostado (y acertado) con la fórmula de vestido y alpargatas, el calzado español favorito de las royals.
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Doña Letizia ha estrenado un vestido de largura midi, entallado en el cuerpo y la cintura, con falda de vuelo y escote en pico que se alarga hacia los hombros sin llegar a convertirse en un escote barco y se hace algo más pronunciado en la espalda. El diseño presenta un estampado de flores muy original, con grandes rosas estampadas como si de un lienzo de acuarela se tratara, en una gama degradada de tonos rosas que van desde el fucsia hasta el pastel, que se funde con el color blanco del vestido. Un diseño, de la línea U de Adolfo Domínguez (colección primavera-verano 2018), muy especial que su majestad ha combinado con unas alpargatas, su calzado más recurrente durante el verano, que ya había llevado durante estas vacaciones con su mono más asequible y el vestido camisero inspirado en el estilo de Meghan Markle que escogió para animar a su marido en la Regata de Vela 38º Copa del Rey MAPFRE.
El nuevo vestido de doña Letizia es un modelo muy favorecedor, gracias al escote en forma de uve y el corte con cuerpo ajustado y falda de vuelo, que ayudan a estilizar la silueta. Un efecto que se ve potenciado por el tacón de las alpargatas, de Mint & Rose. Como pendientes, lleva un diseño con forma de libélula, de Gold & Roses. Una vez más, la Reina ha apostado por un estilismo muy sencillo y natural, dejando su cabello suelto y, como único maquillaje, los ojos delineados con un lápiz en color burdeos, sombra rosa empolvada para dar luz a la mirada y una máscara de penstañas muy ligera.
En cuanto al resto de la familia, el Rey ha optado por un look informal compuesto por un conjunto de camisa blanca con un estampado de flores muy pequeñas en color azul y pantalones azul marino. La princesa Leonor y la infanta Sofía han sido fieles a su estilo apostando por colores neutros y tejidos frescos. La primera ha llevado un mono largo de tirantes en color blanco con un ligero estampado de flores, de Mássimo Dutti, que acompañaba de menorquinas de RIA Menorca y pendientes de Coolook. Por su parte, la más pequeña de las hermanas se ha decantado por un conjunto de blusa blanca, de Nanos, y pantalón de rayas, de Stradivarius, muy similar al que llevó en su primer look veraniego.
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