Desde que se casara con el príncipe Guillermo en 2011, la duquesa de Cambridge solo ha faltado en una ocasión a su cita con Wimbledon, el año en el que estaba embarazada del príncipe George; un torneo de tenis donde, además de disfrutar de su presencia, los asistentes pueden ver cada año, y en primera persona, algunos de los looks más frescos y tendencia de la royal británica. Si hace unos días, acudía por primera vez al torneo con un elegante vestido blanco (tono seña de identidad de este evento deportivo), con motivo de la final femenina, la Duquesa se ha decantado este sábado por otro simbólico color, vinculado con la superficie sobre la que juegan los tenistas en Wimbledon. Un favorecedor estilismo verde que ha conseguido al reciclar un vestido infalible que ya lució durante su viaje oficial a Canadá en 2016.
Es uno de los eventos más importantes dentro del calendario estival; un interés mediático que se multiplica cada vez que algún miembro de la Familia Real británica se deja ver en las gradas de Wimbledon. Por eso, tras al anuncio del Palacio de Kensington sobre la asistencia a la final femenina de la duquesa de Cambridge y la duquesa de Sussex, todos los medios internacionales estaban pendientes este sábado de la llegada de las cuñadas al popular torneo. Sin embargo, contrariamente al año pasado, en esta ocasión, las esposas de los príncipes Guillermo y Harry no han acudido juntas.
La primera en hacer su aparición ha sido la duquesa de Cambridge, deslumbrado a todos gracias a un favorecedor vestido verde que marcaba su envidiable silueta. Se trata de un modelo midi verde césped, con botones dorados en el pecho y lazada en el cuello, perteneciente a la colección otoño-invierno 2016 de Dolce & Gabbana; un look elegante y monocromático que ha completado con un bolso de mano crudo, de la firma italiana y unos stilettos, en el mismo tono. El diseño que la Duquesa ha llevado ya lo mostró en 2016 durante su visita a Kelowna, en su viaje oficial a Canadá y gracias a él firmó uno de sus estilismos más aplaudidos. Quizá por eso, la esposa del príncipe Guillermo ha querido confiar de nuevo en él para su 'duelo de estilo' con su cuñada. Se trata de la segunda vez que las dos mujeres coinciden en las gradas de Wimbledon, ya que el año pasado también acudieron a ver la final femenina, en la que también jugó Serena Williams, íntima amiga de la duquesa de Sussex.