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Este sábado 6 de julio tendrá lugar el bautizo de Archie Harrison, el primogénito de los duques de Sussex, que justo cumplirá dos meses ese día. Además del pequeño, al que veremos por segunda vez -tercera, si tenemos en cuenta la imagen que sus padres publicaron en Instagram hace unas semanas-, la otra gran protagonista del día será, sin duda, Meghan Markle. Desde que dio a luz, hemos visto a la Duquesa en actos muy puntuales, como el Trooping The Colour celebrado con motivo del cumpleaños de la reina Isabel o la propia presentación oficial del bebé. La expectación en cuanto a su estilismo es máxima, puesto que cabe esperar que recupere su faceta más royal y elegante para la celebración de esta esperada cita.
Es bastante probable que Meghan siga el ejemplo de su cuñada Kate Middleton y apueste por las tonalidades neutras, como blanco o beis, para la ocasión. Esta paleta no solo es una de las preferidas de la duquesa de Sussex para los actos de día, sino que, además, resulta idónea para posar en las fotografías oficiales que se espera que se tomen, puesto que con ella le cedería todo el protagonismo al pequeño y conseguiría la armonía cromática que suele buscar la familia en estas imágenes.
Casi con toda probabilidad, declinará los pantalones y los conjuntos dos piezas para optar por un vestido o un abrigo-vestido, con el que combinará todos sus accesorios, como ha hecho en todos sus actos oficiales de este tipo. Por ejemplo, para acudir hace justo un año al bautizo de Louis de Cambridge se decantó por un look verde oliva de los pies a la cabeza. En concreto, cabe esperar que opte por un modelo entallado a la cintura, un patrón al que lleva recurriendo habitualmente desde antes de quedarse embarazada y que también ha acompañado tanto a sus looks premamá como a dos de sus elecciones tras dar a luz. En el primer posado oficial como familia de 3 y en su última escapada para disfrutar de un partido de béisbol, Meghan ha elegido diseños que contaban con cinturones incorporados de los que partía una falda evasé.
También es bastante probable que remate su elección mediante un tocado a tono con el vestido, un complemento muy habitual en el vestidor de las damas reales británicas por el que Meghan opta con asiduidad. En el citado desfile celebrado en honor a la reina Isabel el pasado 8 de junio, sin ir más lejos, completó su conjunto azul noche con una pieza tipo casquete adornado con una sofisticada pluma.
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