Tras meses de especulación y preocupación por su estado de salud, el pasado 19 de febrero se confirmaba la más triste de las noticias: Karl Lagerfeld fallecía en París, dejando un gran hueco en la industria de la moda. Personalidades de la realeza, la política y el espectáculo se sumaron entonces a las condolencias de los millones de fans del siempre polémico y vivaz diseñador, pero el show debía continuar, por lo que tan solo dos semanas después tenía lugar un emocionante desfile de Chanel en el que sus musas, capitaneadas por Penélope Cruz, quisieron recordarle de la mejor manera posible. Sin embargo, la gran influencia del alemán provocó que se organizara un nuevo homenaje, llamado Karl Para Siempre, que ha tenido lugar esta tarde en el Gran Palais y, además de reunir a conocidos rostros de la moda, ha contado con la presencia tanto de Carolina de Mónaco y su hija, Carlota Casiraghi, como de la Primera Dama de Francia, Brigitte Macron.
Este icónico palacio de la capital francesa tuvo un significado muy especial para él, puesto que fue el camaleónico escenario que acogió numerosos desfiles de Chanel durante años y llegó a transformarse desde en un jardín con la torre Eiffel a escala hasta en un supermercado o una plataforma espacial, entre otros muchos originales enclaves. Hoy, ha acogido un emotivo acto que buscaba "abrazar el presente y soñar el futuro", es decir, huir de un acto fúnebre en favor de una celebración de lo que fue la vida del aclamado modisto. Tal y como se adelantaba hace unas semanas, el acto, organizado por las tres firmas que capitaneaba (Chanel, Fendi y su firma homónima Karl Lagerfeld), ha reunido a más de 2.500 invitados, entre los que se encontraban musas, amigos, rivales laborales y cientos de admiradores. Entre todos ellos han destacado, una vez más, la princesa de Mónaco y su recién casada hija mayor.
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Madre e hija fueron muy cercanas a Lagerfeld, de hecho, las dos le tuvieron muy presente en la boda de Carlota, celebrada el pasado 1 de junio. Carolina vistió un par de sus últimos diseños, mientras que la novia brilló con su segundo vestido, una versión personalizada de una creación de Chanel. Hoy han querido rendirle un homenaje (sin duda, no sera el último) no solo con su presencia, sino también con sus elecciones de vestuario, que escondían un tierno detalle hacía el look más icónico del creador. Karl varió poco de estilo a lo largo de su vida, y se caracterizó por su combinación de camisa, americana, mitones y corbata o lazada negra al cuello.
Ambas han añadido cintas de raso negras, cada una con su estilo. La hija de Grace Kelly ha querido ser más fiel al 'look Lagerfeld' al decantarse por una camisa blanca con lazo negro, mientras que Carlota ha preferido lucir un vestido negro que también incorporaba este detalle en el escote. Junto a ellas acudieron a la cita Andrea Casiraghi y su mujer, Tatiana Santo Domingo, y tampoco faltó Carole Bouquet, madre de Dimitri Rassam. La actriz francesa demostró una vez más la buena sintonía que tiene con su nuera, Carlota, y con su consuegra, Carolina.