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Para Victoria Federica, la semana no podría haber terminado de mejor manera. La hija de la infanta Elena acudió este domingo a otra de las celebraciones por la Feria de San Isidro de Madrid, una fiesta que ha permitido comprobar de nuevo sus debilidades en cuanto a básicos de moda. Si hace unos días daba pistas sobre quién puede que sea uno de sus iconos de estilo, para su cita en la capital apostó por un look de tendencia que llevó a su terreno. Esta será además una de las últimas veces en la que veremos a la aristócrata antes de su puesta de largo el próximo jueves 20 de junio.
Especialmente aficionada a las chaquetas, chalecos, kimonos o toda prenda de abrigo para las jornadas en las que la previsión meteorológica es variable, las prendas fluidas ocupan gran parte del armario de Victoria Federica, piezas a las que da un sinfín de usos. Esta vez llevó un modelo en color negro con detalles geométricos a contraste de manga acampanada y largo XL por debajo de la cadera. Y es que el print fue el que sumó puntos de estilo al resto de la combinación que escogió en colores lisos.
Quizás uno de los elementos más llamativos fue el body en color mostaza de escote en 'V', una prenda perfecta para un estilismo nocturno que combinó con uno de sus pantalones favoritos, un diseño campana en coor blanco. Blancos y de corte bootcut (silueta que se vuelve ligeramente más ancha a la altura del tobillo), este modelo es el relevo del vaquero para la hija de la Infanta y no duda en combinarlo de forma versátil con básicos de fondo de armario, de la parka a los kimonos, ha encontrado en estos vaqueros el mejor sustituto para relevar al tejido denim.
Como gran amiga de los accesorios, su historial con los pendientes XL es amplio, también en esta ocasión volvió a recurrir a los complementos como elementos diferenciadores de su look. Fueron precisamente esos detalles los que portaban el toque final bohemio pero con ese punto glamuroso que caracteriza sus elecciones estilísticas y que podemos imaginar tanto en el campo como durante una jornada en la ciudad. Además de su bolso de piel marrón con asa de cadena, una pieza vintage que se ha convertido en una de sus preferidas, lució unos zapatos masculinos de ante de doble hebilla. ¿El toque roquero sutil pero imprescindible en sus combinaciones? Un cinturón negro con tachuelas que centraba la atención en el talle al mismo tiempo que volvía la mezcla final más casual.
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