Es habitual ver como las royals europeas coinciden a la hora de elegir diseñadores de renombre internacional para ir impecables en sus apariciones públicas. Un gusto por la moda y las tendencias que, en más de una ocasión, ha hecho que reinas, princesas y duquesas lleven diseños parecidos o incluso idénticos en sus actos dentro y fuera de su país. Si hace unas semanas, los vestidores de la reina Letizia y la princesa Victoria se alineaban gracias a un diseño floral de Sandro Paris, esta semana, Estocolmo ha sido de nuevo escenario de una de las mayores coincidencias ocurridas hasta la fecha. ¿Los protagonistas? Una cena de gala, dos princesas y cuatro vestidos reales que vuelven a demostrar el buen gusto de cuatro de las mujeres más elegantes del Viejo continente: las princesas Magdalena y Sofía de Suecia, la duquesa de Cambridge y doña Letizia.
Con motivo de la cena organizada en el Palacio Real de Estocolmo, durante la visita oficial del presidente de Corea del Sur Moon Jae-in y su esposa al país escandinavo, los reyes Carlos Gustavo y Silvia han reunido a todos los miembros de su familia para recibir al mandatario asiático en una velada de gala donde los diseños orientales de los invitados han contrastado con los modelos elegidos por las anfitrionas. Mientras que Kim Jung-sook, mujer del político surcoreano, ha mostrado un traje tradicional en de dos piezas, la soberana sueca ha llevado un diseño recto de manga larga en un tono azul klein muy favorecedor.
Sin embargo, pese a que esta cita podría haber sido una velada más en la agenda de ambas familias, el destino ha querido que los estilos de las princesas Magdalena y Sofía se conviertan en el centro de atención. ¿El motivo? Sus vestidos se encuentran también en los vestidores de doña Letizia y la duquesa de Cambridge. Para su reaparición junto a su marido Christopher O'Neill, Magdalena de Suecia ha elegido un elegante diseño de Carolina Herrera en gris perla de escote pico, sin mangas y pedrería con forma de flores que ha combinado con una llamativa tiara, unos stilettos plateados y un clutch a juego. Se trata del mismo modelo, aunque con un color y largo de falda diferente al modelo que llevó el pasado mes de marzo la reina española durante su visita oficial a Argentina.
Pero esta no ha sido la única casualidad. Por su parte, la princesa Sofía ha elegido un look también muy familiar para los expertos en moda real: un vestido blanco roto largo, de Self-Portrait, con cuerpo de guipur y falda plisada; el mismo que llevó en noviembre de 2016 la duquesa de Cambridge durante la premiere en Londres de Un gato callejero llamado Bob. Una doble casualidad entre las Casas Reales de Suecia, Reino Unido y España que demuestra el buen gusto y estilo de las cuatro royals.