Fue el segundo sábado de junio del año 2011 cuando Kate Middleton debutó por primera vez en el Trooping the Colour, la ceremonia del segundo aniversario de la reina. Con ocho años de experiencia a sus espaldas, la duquesa de Cambridge ha adquirido las tablas necesarias para ser una de las mejor vestidas del balcón del Palacio de Buckingham. Este año, la ocasión sería para ella aún más emocionante ya que, por primera vez, el príncipe Louis disfrutaría junto a sus hermanos del espectáculo aéreo. Para la exhibición militar que tiene lugar de mañana, el protocolo es claro con el vestuario femenino requiriendo vestidos cuyo largo superen la rodilla y sombreros, los favoritos de Isabel de Inglaterra o tocados como acostumbran a lucir el resto de mujeres de la realeza. Y, en esta ocasión, una coincidencia de estilo ha relacionado el vestidor de la mujer del príncipe Guillermo con el de otra royal que tenemos muy cerca, doña Letizia.
Kate Middleton, gran abanderada de la estética refinada y clásico de la realeza británica, retomó la fórmula de estilo de 2018 adaptándola al evento de este año. Lució un vestido color vainilla ceñido al talle firmado por Alexander McQueen, la misma firma por la que apostó el año pasado, de escote cruzado con manga francesa y tocado a juego. El accesorio, obra de Philip Treacy iba ladeado sobre su cabeza con una serie de adornos con forma de flores que ponían el toque primaveral al look. Y por muy particulares que fueran ambas prendas, el diseño recordaba de sobremanera al que había llevado unos años antes la reina Letizia también sobre suelo británico.
En julio de 2017, cuando los Reyes de España visitaron Reino Unido -una ocasión en la que estuvieron con la Reina Isabel II-, doña Letizia sorprendió con un conjunto en color amarillo empolvado, una tonalidad que no suele vestir habitualmente pero que es especialmente favorecedora para mujeres con el cabello castaño como ambas royals dejaron claro al lucirla en sus respectivas citas. El diseño firmado por Felipe Varela, uno de sus modistas de cabecera, estaba compuesto por un abrigo hecho en tweed de verano combinaba con un vestido de seda algo más oscuro.
Y aunque no es habitual verle con sombreros y tocados, conociendo la rigidez de la etiqueta británica, la reina de España prefirió ir sobre seguro añadiendo el complemento tan popular entre las inglesas. La creación de ala media y detalles florales era obra de María Nieto, un accesorio que también se llevaba ladeada sobre la cabeza. Ya que ambas optaron por el cabello recogido en un moño bajo -peinado que Kate Middleton utiliza para esta cita desde que fue madre- quedaban a la vista los pendientes. Incluso las joyas llegaron a coincidir ya que el juego de doña Letizia, dorados y con una perla, también se asemejaban a los que llevó este sábado la duquesa de Cambridge, unas piezas que le prestó para la ocasión Isabel de Inglaterra.