Con motivo de la Visita de Estado de Donald Trump a Reino Unido durante tres días, Melania volverá a mostrar su lado más protocolario y festivo con su look de gala para acudir a un banquete en el Palacio de Buckingham esta misma noche. Velada que contará con la presencia de la reina Isabel II y en la que la primera dama recuperará las claves que definen su imagen para estas ocasiones tan significativa. De hecho, si hay algo que sabe la esposa del presidente de EEUU, qué estilos le favorecen. Son estos detalles a los que demuestra una fidelidad férrea a la hora de recrear su imagen. Por ello, en la jornada de este lunes al caer la tarde, se espera ver un look según tres principios: guiño a las tendencias de alfombra roja, pero marcadas por la comodidad; elección de colores muy significativos con el país en el que se encuentra y ausencia de escotes pronunciados.
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En estas ocasiones de gala, Melania no renuncia a la comodidad, pero tampoco pierde de vista los dictados de la moda de alfombra roja con los que lucir espectacular. En este aspecto, si hay un estilo con el que se siente especialmente favorecida es el que consigue gracias a diseños con capa. Una apuesta que vimos en Japón con su último look de gala internacional hasta la fecha. Blanco y con bordados de plumas, su apuesta de J. Mendel se acompañaba, además, de un guiño nupcial muy de actualidad para elecciones de fiesta.
No obstante, entre los vestidos con capa que ha llevado Melania Trump para recrear su imagen más impactante de gala destaca aquel diseño amarillo que también firmaba J. Mendel. Una romántica creación que llevó durante una cena en el Blenheim Palace de Londres durante el viaje que realizó junto a su marido por Reino Unido en el verano de 2018.
Por otro lado, Melania Trump también confía en diseño de línea recta ligeramente despegada del cuerpo como alternativa a los diseños fluidos, con capa y vuelo. Tendencia de alfombra roja que, no obstante, acompaña de creaciones con llamativos bordados o estampados. Así logró triunfar con su elección de Chanel cuajada de paillettes durante una cena de Estado en la Casa Blanca con motivo de la visita del matrimonio Macron a EEUU en abril de 2018 y con un fourreau con flores bordadas de Dolce & Gabbana durante una recepción en Pekín en noviembre de 2017.
En cuanto al color, nada es arbitrario en Melania. Siempre recurre a colores muy representativos de la bandera del país o simbólidos para sus monarcas y dirigentes. Por ejemplo, el citado diseño amarillo de J. Mendel recuperaba un color que figura como favorito en el vestidor de Isabel II. Por otro lado, el rojo presente en la bandera de Japón fue el tono elegido para su túnica de Valentino en noviembre de 2017 en Tokio.
Otro detalle que acompaña a la primera dama es la ausencia de escotes pronunciados. Los cuellos redondeados y a la caja triunfan frente a otros cortes en V que pueden marcan sus elecciones más diurnas. En este aspecto y haciendo uso del factor sorpresa con el que Melania logra triunfar, la mayor concesión a cortes sensuales se vio en el baile tras la toma de posesión de su marido como presidente de EEUU en enero de 2017. Para la ocasión, optó por una creación de Hervé Pierre con escote Bardot y una pronunciada abertura lateral en la falda.