Cambio de aires para el matrimonio Trump. Este sábado, el avión presidencial llegaba a Japón inaugurando así una visita oficial de cuatro días que sentaría precedente al ser la primera en la era Reiwa -periodo que sucede a la era Heisei-, un reinado que ha dado comienzo desde que el príncipe Naruhito se ha convertido en emperador del país. Para la ocasión, la pareja ha podido disfrutar de algunas de las actividades culturales más típicas como visitar el Digital Art Museum con la mujer del primer ministro, ver un combate de sumo, degustar la comida tradicional donde los cocineros preparan los platos delante de los clientes en uno de los barrios más exclusivos de Japón, el distrito Roppongi. Uno de los encuentros más esperados era el del lunes, la cita en la que ha tenido lugar el primer duelo de estilo entre la emperatriz Masako y Melania Trump en el Palacio Imperial, ocasión para la que ambas han dejado que los colores luminosos, una de las tendencias de la primavera, y las referencias a la cultura del otro país fueran los protagonistas de sus looks.
Melania, acostumbrada a este tipo de duelos estilísticos, hizo lo que mejor se le da combinando lo mejor de ambos mundos. Respetando la que ha sido una de sus máximas de elegancia desde que Donald Trump se convirtió en presidente, recurrió a una de sus fórmulas a prueba de todo, un vestido midi combinado con taconazos a juego. Pero como en otras ocasiones en las que las citas son temáticas, quiso hacer un guiño al país del sol naciente con un diseño que llevaba pequeñas flores bordadas como si de un grabado japonés se tratara, una manera de honrar el país anfitrión y acertar en esta cita oficial.
El detalle floral es el que parece indicar que la elección del diseño de largo intermedio no fue cosa del azar. De manga corta, cuello redondeado, falda ligeramente evasé y líneas simples, era obra de Carolina Herrera, un diseño cuyo precio está en 6.234 euros. Fruto del gusto de Melania, combinó además la prenda con unos stilettos rojos que hacían juego con algunas de las flores del bordado, un toque final muy chic. Optar por la firma habría sido una estrategia meditada por parte de la mujer del presidente ya que sus diseños han sido lucidos con anterioridad por sus predecesoras como Michelle Obama o Jackie Kennedy. Fundada por la famosa diseñadora venezolana, ya retirada, la marca cuenta con el sello de aprobación de las grandes primeras damas al destacar sus obras por su elegancia y sofisticación siempre en clave moderna.
Masako de Japón, que es conocida por su sencillez, optó por su parte por ser fiel a su estilo discreto del que lleva años haciendo gala. La Emperatriz llevó un diseño muy similar al que utilizó para su primer acto en solitario desde que su marido recogiera el testigo del trono y lució un conjunto de dos piezas de chaqueta y falda. Con cierto aire occidental y accesorios totalmente a juego, dejó, una vez más, que fueran los colores claros los que hablaran por sí solos. Y es que en el país nipón estas tonalidades significan pureza y eternidad, razón por la que es habitual que aparezcan en los estilismos de las grandes citas.
El delicado estado de salud de la nueva emperatriz Masako