Resuelto uno de los grandes misterios del joyero de doña Letizia

Por fin, se desvela la procedencia del anillo de la Reina del que no se separa desde finales de abril

por Luis Javier Merino

El pasado 24 de abril en un almuerzo ofrecido a la una representación del mundo de las letras en el Palacio Real, doña Letizia recuperaba el original vestido de flores de Carolina Herrera que estrenaba un mes antes en Londres con motivo de la inauguración de la exposición Sorolla: maestro español de la Luz en la National Gallery.  Sin embargo, a pesar del impactante estampado de este modelo de línea Corola, hubo un detalle de su estilismo que llamó principalmente la atención: un nuevo anillo. Una pieza de la que se ha hablado mucho, pues se desconoce su procedencia. De ahí, que entrara a formar parte de su colección de misterios que guarda en su vestidor. Hoy, la incógnita se resuelve tras desvelarse la firma a la que pertenece.

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Karen Hallam, creadora londinense afincada en Madrid desde hace unos 30 años aproximadamente y con tienda física en el popular barrio de Chueca, firma este añillo de la Reina. Se trata de una pieza artesanal, es decir, hecha a mano, que puede adquirirse tanto plata chapada (114 euros) en oro como en plata de ley (89 euros) o plata chapada en oro rosa (114 euros). 

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Ha sido la propia firma, fundada en 1993 cuando Karen estaba embarazada de su primer hijo, la que ha querido comunicar a todos los seguidores la procedencia de la joya. Un éxito para este sello que por primera vez entra a formar parte del joyero de la Reina. Desde su estreno el 24 abril, doña Letizia ha añadido esta pieza en siete estilismos más, incluyendo el que llevó hoy y que estuvo protagonizado por su traje blanco más imitado. Resuelta la incógnita, vuelve a cobrar protagonismo su anillo de color verde, pues sigue figurando como pieza con misterio en el vestidor de palacio.