Fue a primeros de 2017 cuando Barack Obama y su mujer dejaban la Casa Blanca después de vivir durante 8 años en ella como presidente y primera dama de Estados Unidos. Desde entonces, sus vidas han dado un cambio radical, y Michelle se ha animado a publicar sus propias memorias en un libro que está dando mucho que hablar. Sin embargo, este escrito no está siendo lo único que está generando miles de titulares alrededor de todo el planeta, sino que el nuevo y rompedor estilo de la abogada ha conseguido dejar a más de uno con la boca abierta. Si hace unos meses lograba eclipsar a la mismísima Sarah Jessica Parker con unas superbotas XL efecto legging hasta el muslo en tono dorado, con efecto irisado y tacón de aguja firmadas por Balenciaga, este fin de semana ha vuelto a acaparar todas las miradas con dos conjuntos de alto impacto que demuestran su 'ruputra' con los estilismos más clásicos que suelen escoger las primeras damas como Melania Trump.
Michelle Obama se ha desligado por completo de su imagen estilística de primera dama al acercarse más a las elecciones de actrices o supermodelos. El sábado apostaba por uno de sus looks preferidos para un acto en Georgia: el traje de chaqueta, al que restó su imagen clásica gracias a varios elementos muy potentes. El primero, el tejido en el que está confeccionado, en tono morado y con ligero efecto satinado. También resultan llamativos los detalles dorados, desde los 6 botones que adornan las mangas hasta el cinturón con efecto estilizador que enmarca su silueta. La guinda del pastel la otorgaba el top con el que decidió combinarlo, un corsé glitter en tonos negros y plateados creado para ella por la firma Christy Rilling.
Tan solo unas horas antes, asistía a otro evento en Florida, donde mostraba una imagen con una estética muy diferente pero igualmente acertada y llamativa. En esa ocasión, se decantaba por un favorecedor mono negro de tirantes con escote en 'V' entallado a la cintura, bajo acampanado y aperturas laterales que dejaban a la vista sus piernas.
Añadía el toque diferencial mediante la chaqueta, una larga pieza a conjunto con detalles calados y mangas rematadas por volantes que creaba un teatral efecto capa. Brillos, transparencias, aperturas vertiginosas... Está claro que Michelle Obama ha decidido dar un giro a su vestidor, y el resultado está siendo realmente fascinante.