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Velada inolvidable para Victoria Federica en Sevilla. La noche del viernes, la hija de la infanta Elena se presentó en solitario en la cena del Museo de Carruajes de Sevilla. Además, su papel en la Feria de Abril no termina ahí, ya que se encargará también de cumplir su rol como madrina de la XXXIV Exhibición de Enganches, una ceremonia que tendrá lugar el domingo y que será oficialmente su debut. En su primer acto oficial en solitario, ocasión en la que pudo romper el hielo antes de la celebración dominical, se convirtió en el centro de todas las miradas con un vestido largo rojo, un color muy ligado al folclore español, de escote en 'V' poco pronunciado.
El diseño, pura elegancia, abrazaba la silueta gracias al drapeado en el centro de la cintura, una prenda lisa que se escapa de los conjuntos estampados de su armario que suele lucir habitualmente. Lejos de sobrecargarlo, los complementos como el bolso de Chanel y los maxipendientes sumaron puntos de estilo, dos de los accesorios básicos que nunca faltan en su fórmula infalible. También pudo mostrar sus incursiones en la moda haciendo una inesperada combinación, ya que combinó la prenda color escarlata con unas sandalias de plataforma en burdeos, una mezcla color block que funcionaba a la perfección.
Son quizás otro de los elementos estéticos más típicos de la conocida feria sevillana -ciudad que ha sido testigo de la evolución estilística de la hija de la Infanta-, los recogidos, especialmente los pulidos sin volumen, un tipo de peinado con el que la sobrina del rey Felipe VI se defiende a la perfección y que quiso volver a lucir para la ocasión aunque dejando suelta parte de su melena. Además, el mejor complemento de un hair style que deja el rostro a la vista son los pendientes XL, un accesorio especialmente favorecedor y de tendencia. Victoria Federica apostó por un juego dorado con forma de hoja, un detalle 'efecto highlighter' que iluminaba sus facciones sin necesidad de que tuviera que recurrir a un maquillaje muy marcado.
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