Los simbólicos estilismos de la ceremonia de abdicación del emperador japonés

Tanto Masako como Michiko han apostado por los tonos blancos para esta cita, un color muy significativo en la cultura nipona

Por hola.com

Después de meses de preparación y gran expectación, esta mañana ha tenido lugar la ceremonia de abdicación del emperador de Japón, un hecho histórico puesto que era algo que no ocurría desde hacía 200 años. Para celebrar este hito, en el que el príncipe Nahurito coge el testigo de su padre Akihito, la familia se ha reunido en una sobria ceremonia que ha estado precedida por varios ritos milenarios de la religión sintoísta que profesa la monarquía nipona. Junto al hasta ahora emperador y su hijo, ya proclamado como su sucesor de manera oficial, estaban sus mujeres, que se han mantenido en un discreto segundo plano pero han querido mandar un mensaje muy claro a través de sus estilismos.

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Masako Owada, esposa de Naruhito, se ha convertido en emperatriz consorte tras este acto, para el que ha escogido un conjunto con el que se mantiene fiel a sí misma, ya que sigue varias de sus máximas de estilo preferidas. Se ha decantado por un vestido-abrigo en tono crema, su tonalidad estrella, confeccionado en un delicado tejido de encaje y bordado con pedrería de acabado dorado sobre el pecho. Este diseño cuenta con un corte de líneas rectas, con cuello tradicional, manga larga y falda ligeramente evasé. Además, como suele ser habitual en ella, ha agregado un sombrero a juego, de tejido y colores exactos al vestido. También ha lucido guantes blancos y joyas clásicas: pendientes de perlas y diamantes con broche a juego.

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Por su parte, su predecesora, Michiko Shōda, ha hecho gala de su estilo sofisticado y minimalista a sus 84 años de edad. Al igual que su nuera, ha apostado por los tonos neutros con un discreto efecto brillante. En su caso, ha escogido el blanco, un color muy relevante en la cultura japonesa que suele escogerse tanto para bodas como para actos relevantes como el de hoy, ya que simboliza la pureza y la eternidad. La hasta ahora emperatriz lo ha lucido en un conjunto dos piezas compuesto por top con escote en 'V' y bajo asimétrico con acabado satinado al que ha sumado falda larga de corte sirena. También ha rematado con joyería de perlas. 

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A pesar de que ha sido un evento de carácter bastante privado, no han faltado Shinzō Abe, primer ministro nipón, y su esposa Akie, quien ha rendido homenaje a la moda típica de su país a través de un llamativo pero elegante estilismo tradicional. La primera dama ha optado por un kimono largo confeccionado en un tejido color crema decorado con motivos vegetales en dorado y verde, y lo ha combinado con calcetines tabi y sandalias blancas.