Mary de Dinamarca está considerada como una de las royals europeas más elegantes gracias a su estilo elegante y de tendencia que guarda ciertas similitudes con el de Meghan Markle o la propia reina Letizia. La princesa danesa adora los estampados -en especial el floral- para el día a día, y es frecuente que recurra a faldas en línea 'A', y vestidos vaporosos que potencian su imagen romántica y naif. Sin embargo, en las citas nocturnas más especiales muestra su faceta más sofisticada e impactante con elecciones a la altura de cualquier gran entrega de premios de Hollywood, y el último ejemplo ha tenido lugar en las últimas horas con motivo de una celebración por todo lo alto que tuvo lugar anoche en el palacio de Amalienborg (Copenhague).
La familia real danesa se reunió para celebrar el 75 cumpleaños de la princesa Benedicta por todo lo alto, con una cena de gala en la que derrocharon glamour sobre la alfombra roja. Para la ocasión, Mary, que llegó del brazo de Federico de Dinamarca, escogió un fabuloso vestido en su tonalidad estrella para las grandes ocasiones. Optó por una creación de escote asimétrico en azul noche con cuerpo cuajado de delicados bordados adornados con pedrería y falda evasé compuesta a base de varias capas de gasa.
A pesar de que parecía que esta deslumbrante pieza era de estreno, lo cierto es que ya la había llevado en marzo de 2018 con motivo de una recepción a las Fuerzas Armadas danesas. Sin embargo, en aquella ocasión las temperaturas eran más bajas, por lo que añadió una capa a tono sobre el diseño, provocando que únicamente se viera la falda y nos perdiéramos la que es sin duda la parte más llamativa. Además, prácticamente no trascendieron fotografías del evento.
De esta manera, Mary simula estrenar look sin necesidad de realizar un gasto extra en ropa, un gesto que podría tratarse de un guiño a la homenajeada de la noche, puesto que en la autobiografía que la hermana de la reina publica con motivo de su aniversario no duda en afirmar que estaba en contra de los excesos estilísticos de la nueva generación de royals. La Princesa ha completado el conjunto con un pequeño bolso de mano rígido a tono y llamativas joyas en forma de flor decoradas con piedras rojas engarzadas que creaban contraste con el vestido.