Con motivo de la celebración de la Misa de Pascua, la princesa Leonor y la infanta Sofía han acudido junto a sus padres y abuela, a la Catedral de Palma de Mallorca. Un lugar en el que, un año más, han reunido a las puertas del templo a numerosos curiosos, ansiosos por ver en persona a los miembros de la Casa Real. Mientras que su madre ha decidido en esta ocasión innovar en su estilismo y acudir por primera vez en 15 años con un vestido, las hijas de los Reyes han querido, por el contrario, ratificar su flechazo con uno de los tejidos más elegantes de la historia de la moda. El mismo que introdujo Coco Chanel en el vestidor de la mujer, a principios del siglo XX, y que, 100 años después, siguen siendo sinónimo de elegancia y sofisticación para modelos, actrices y royals.
Pese a que en más de una ocasión, ya sea en sus apariciones ante los medios en Madrid, Asturias o Marivent, las hijas de los Reyes han mostrado estilismos twinning -una de las últimas veces, durante la celebración de los 40 años de la Constitución española- esta semana, la princesa Leonor y la infanta Sofía han querido desmarcarse de esta tradición estilística con dos llamativos conjuntos; una decisión que curiosamente ha coincidido en el tiempo con la primera vez que Doña Letizia elige un vestido para acudir a esta cita religiosa. Mientras que la Princesa de Asturias ha mostrado un favorecedor vestido midi azul cielo (su color preferido desde hace meses); un diseño que ha combinado con una levita beige, con flecos azules en mangas y bolsillos y unas bailarinas oscuras, su hermana pequeña ha llevado un look opuesto, pero no menos tendencia. ¿Su elección? Un top a rayas con manga tres cuartos, un pantalón azul marino recto y las misma bailarinas que la primogénita de los Reyes.
Dos looks que, en esta ocasión, se alejan de su habitual estilo twinning, pero que, sin embargo, han demostrado la predilección de las hijas de los Reyes por el tweed. Y es que, tanto el abrigo de la princesa Leonor como la blusa de la infanta Sofía están confeccionados en este tejido con relieve que constituye una de las señas de identidad más reconocibles del vestidor parisino. De hecho, no es la primera vez que las hermanas recurren a este tejido. Durante su visita al santuario de la Virgen de Covadonga en septiembre, ambas eligieron dos vestidos confeccionados en tweed, la princesa Leonor en azul cielo y la infanta Sofía en rosa. Un gusto por este detalle que han heredado de su madre. De hecho, esta última cuenta en su armario con varias prendas confeccionadas en tweed: desde faldas, vestidos o chaquetas. Diseños que seguro han influido en sus hijas a la hora de elegir los modelos con los que más cómodas se sienten.