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Desde que Donald Trump llegara a la Casa Blanca en enero de 2017, dos mujeres muy cercanas a él han acaparado los focos no solo por su trabajo en la administración sino también debido a sus sofisticadas elecciones de vestuario. Tanto Ivanka Trump, hija del Presidente, como Melania, su actual esposa, se caracterizan por sus estilos elegantes y de tendencia que inspiran a numerosas mujeres alrededor de todo el mundo -incluida la mismísima Meghan Markle-. Sin embargo, a pesar de compartir ciertos gustos estéticos con la hija de su marido, la Primera Dama suele apostar por prendas más llamativas y exclusivas que en más de una ocasión han generado cierta polémica. Ivanka parece haber aprendido de estas controversias, tal y como demuestra el conjunto que ha elegido para viajar a África.
La empresaria se encontraba hace unas horas en el aeropuerto de Washington, desde donde ha cogido un vuelo rumbo a Etiopía. Abogando por la comodidad para este largo trayecto, se ha decantado por un conjunto compuesto mediante básicos de entretiempo con los que asegura mantener un perfil discreto. Camisa blanca, pantalones negros, gabardina clásica y zapatos planos destalonadoas han conformado su versátil elección, válida tanto para un look de viaje como para ir a la oficina.
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En octubre de 2018, Melania recorrió distintos puntos del continente africano con motivo de un tour oficial en solitario en el que nos dejó varios estilismos de lo más llamativo que no estaban exentos de polémica. Uno de los más comentados fue el protagonizado por una gabardina de ante en tono camel que lució a modo de vestido y combinó con unos altísimos salones animal print. Ni los exagerados centímetros ni el estampado de este calzado de la firma española Manolo Blahnik terminaron de gustar, puesto que se consideraron inapropiados para pisar un país en el que la caza está poniendo en peligro a los leopardos.
Unas horas después, otro de sus atuendos volvía a provocar una oleada de comentarios en redes sociales. A pesar de que Melania escogía un look muy básico para su jornada en Nairobi, lo remataba con un sombrero tipo salacot en blanco de imagen muy similar a los cascos que usaban los soldados blancos durante la colonización en el siglo XIX y actualmente está considerado como un símbolo de opresión y racismo. Estos dos complementos tan señalados consigueron ensombrecer el viaje de la Primera Dama, por lo que Ivanka ha tomado buena nota de ello y ha querido distanciarse de estas elecciones mediante un estilismo totalmente neutro y a prueba de haters.
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