Pese a haberse comprometido hace un año -un evento que tuvo lugar en un restaurante de comida rápida mexicano e incluyó un flashmob-, la noticia de la boda de Marc Jacobs con su pareja, Char Defrancesco, ha sorprendido a los seguidores del diseñador estadounidense. A sus 55 años, el modisto contraía matrimonio este sábado, en Nueva York, con el exmodelo reconvertido en empresario. A esta íntima ceremonia han acudido familiares y amigos cercanos, muchos de ellos pertenecientes al mundo de las pasarelas como las tops Kate Moss y su hija Lila Grace, Naomi Campbell, las hermanas Hadid, Emily Ratajkowski, Kaia Gerber, y también diseñadores como Kim Jones o Virgil Abloh.
Tras el apretado calendario de las Fashion Weeks, parece que Marc Jacobs ha aprovechado este pequeño parón en la agenda para organizar este especial evento, su boda con el empresario de 37 años Char Defrancesco. El creador ha compartido en sus redes sociales la buena noticia, aunque, antes de desvelarla de forma oficial, lanzaba diferentes pistas a sus seguidores. La primera consistía en un selfie caminando por las calles de Nueva York, con un llamativo abrigo rojo, y acompañado del siguiente texto: "Solo un rápido selfie de sábado en este magnífico y bonito día". Poco después, el diseñador volvía a compartir un nuevo retrato suyo "pre-glam"; otro post al que no podían evitar responder amigas como Cindy Crawford, Emily Ratajkowski, Bella y Gigi Hadid o Rita Ora. Una serie de pistas que finalmente han cobrado sentido cuando el creador ha desvelado algunos de los elementos estilísticos de su look nupcial: unos botines de tacón grueso y un broche de diamantes con forma de pingüino. "Los pingüinos tienen un solo compañero, un compañero de por vida. Un gran ejemplo de fidelidad", explicaba el diseñador en la red social.
La recepción de la boda ha tenido lugar en el conocido restaurante de Manhattan The Grill, un punto de encuentro al que han llegado los novios en un Rolls-Royce vintage y donde han develado los estilismos elegidos para la ocasión. Marc Jacobs ha optado por un traje de chaqueta y pantalón verde con una camisa blanca, una corbata plata y un lirio en la solapa, mientras que su marido ha preferido un pantalón negro, una americana de terciopelo verde, una pajarita a juego y una camisa básica, también blanca. Tras su llegada, los novios se han reunido con su larga lista de invitados VIP, entre los que destacaban modelos de la talla de Kate Moss, junto a su hija Lila Grace (imagen de la marca de belleza del diseñador), las hermanas Hadid, Amber Valletta, Naomi Campbell o Kaia Gerber; pero también amigas pertenecientes al mundo de la música o el cine como Chloë Sevigny, Rita Ora y Debbie Harry.
Un grupo de invitados que además de compartir este día tan especial junto a los novios, bailar a ritmo de Can't Take My Eyes Off You o Sweet Dreams en los salones del restaurante The Grill y tomar un trozo de su tarta de cinco pisos, han recibido un divertido souvenir para nunca olvidar esta fecha: una sudadera blanca con el dibujo dos castores en el pecho y la frase "Don't float away "("No flotes lejos").