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Después de un ligero retraso causado por un imprevisto en el aeropuerto de Buenos Aires, los Reyes llegaban ayer a Argentina para comenzar su esperado viaje oficial. Como parte de la intensa agenda que les espera en los próximos días, don Felipe y doña Letizia han empezado la mañana con una ceremonia de ofrenda floral tras lo que han asistido a la Casa Rosada para ser recibidos por el presidente del país anfitrión, Mauricio Macri, y su esposa, Juliana Awada. La Primera Dama argentina es reconocida a nivel mundial por ser una de las consortes más elegantes del mundo, tal y como le ocurre a la reina Letizia -de hecho, sus vestidores guardan evidentes conexiones-, por lo que la expectación en su nuevo encuentro era máxima. Por fin, ambas han coincidido y han protagonizado el primero de estilo de los numerosos duelos de estilo que les esperan en las próximas horas.
Si al aterrizar en el país sudamericano la mujer del rey Felipe VI ha decidido estrenar un vestido de silueta lápiz y cuello a la caja perteneciente a su firma preferida para el día a día, Hugo Boss, en su primer acto oficial ha preferido recuperar otra de sus siluetas preferidas y más favorecedora. La Reina ha optado por un diseño de cuerpo entallado con múltiples cortes que acaban en pliegues, de nuevo con escote redondeado y sin mangas -lo que le permitía presumir de nuevo de brazos tonificados-, pero con falda midi en lína 'A' en lugar de recta, confeccionado en crepe doble. Curiosamente, tanto el corte como el color beis recuerdan a uno de los looks más comentados durante la última visita de Macri y Awada a Madrid en febrero de 2017. Sin embargo, doña Letizia evita esta vez las críticas y escoge un modelo más largo, puesto que el de hace dos años se trataba de una pieza 'mini'.
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La Reina demuestra de esta manera una vez más su compromiso con la moda española al elegir una pieza perteneciente a la colección primavera/verano 2019 de Pedro del Hierro, casa que también firmó el comentado mono azul marino que dio la vuelta al mundo el pasado septiembre. Para completar el estilismo, ha optado por complementos a contraste, bolso de mano rectangular en dos tonos de color teja y zapatos de salón con tacón fino a juego (todo de Magrit). En cuanto a las joyas, recupera los pendientes largos rematados con perlas de doña Sofía con los que precisamente aderezó el comentado vestido blanco en 2017, unas piezas que también llevó la infanta Elena el día de su boda.
Por su parte, Juliana Awada también ha derrochado estilo en este primer y esperado duelo, y lo ha hecho con un conjunto muy diferente al de la Reina pero igualmente acertado. Frente a la sobriedad de la Reina, ha optado por una creación más moderna, con escote en 'V', manga francesa y falda midi asimétrica decorada con discretos volantes verticales, confeccionada en un tejido azul marino con discretos bordados metalizados que crean un falso estampado de lunares. Ha agregado únicamente stilettos negros para cederle protagonismo a esta prenda, y ha prescindido tanto de bolso como de joyas. Al igual que doña Letizia, ha escogido un look de belleza muy natural, con maquillaje discreto para el día a día y su melena castaña ondulada, aunque ella ha apostado por un semirrecogido. Por lo tanto, este primer asalto queda saldado con un empate y dos looks más que correctos protagonizados por vestidos midi de cuerpo entallado y falda de vuelo que otorgan volumen a las siluetas de las consortes.
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