Aunque hemos podido verla con anterioridad acompañando a la reina Isabel en un mismo evento, este acto ha sido muy especial para la duquesa de Cambridge. Y es que este se trata del primer compromiso de ambas juntas y en solitario. Una cita histórica sin otro miembro de la familia real británica que ha tenido lugar en el King's College de Londres donde han acudido para reabrir la recientemente renovada Bush House, una de las últimas instalaciones de educación y aprendizaje de este campus. Kate eligió un estilismo revelador que genera un anecdótico déjà vu con un posado de ambas en 2012. Sin embargo, en este día tan señalado, logra una mayor coordinación con la soberana que hace 7 años.
En aquella cita en la que aparentemente parecían estar solas (sin embargo, también se encontraba con ellas el duque de Edimburgo), Isabel II optó por un abrigo de largo midi en color fucsia, un vibrante color que se diferenciaba del tono oscuro y más discreto del conjunto de L.K. Bennett de la Duquesa. En esta ocasión, ambas recurren a juego cromático similar, aunque suavizada con matices empolvados: la Reina, con un luminoso rosa pastel; y la esposa de Guillermo de Inglaterra, con un discreto gris.
Sin embargo, en 2019, Kate se decanta por una apuesta más afín y coordinada con Isabel II. En lugar definir su imagen con un conjunto de dos piezas de chaqueta y vestido, prefiere llevar un abrigo-vestido de largo midi con lo que conjuga su imagen siguiendo la imagen que define a la Reina. En concreto, estrena un diseño de Catherine Walker que presenta cinturón superpuesto y cuello camisa en negro para crear contraste.
Este detalle en negro es el matiz que crea unidad a su estilismo, pues se coordina con sus accesorios: salones de tacón ancho, modelo Piper 85 de Gianvito Rossi; clutch con cierre metalizado, modelo Bayswater de Mulberry; y medias tupidas. También acompaña su estilismo de un sombrero modelo Fairy Tale de Sylvia Fletcher que se asemeja mucho a su elección de 2012.
Por su parte, la Reina ha encontrado su abrigo rosa empolvado en el sello de Stewart Parvin. Al igual que en 2012, el abrigo se acompaña de botones en color negro. Sin embargo, esta pieza más actual renueva su vestidor más clásico al presentar un corte asimétrico en su frontal. Culmina su estilismo con un sombrero al tono con copa y ala media que presenta adornos florales al igual que el de Kate.
Tras visitar King's College, Kate ha participado en un acto en solitario en el Museo Foundling. Allí, no se ha cambiado de look, aunque ha prescindido de su sombrero. Al desprenderse de este accesorio, ha modificado ligeramente su peinado, lo que ha permitido ver con mayor detalle los pendientes elegidos para este señalado día: un diseño de Kiki McDonough con morganita rosa (3.300 euros).