El efecto Penélope Cruz continúa: así fue su último acierto
La actriz acudió a los Premios Unión de Actores con un espectacular vestido que no descubrió en el 'photocall'
Nominada a mejor actriz por Todos lo saben y por su papel en American Crime Story: el asesinato de Gianni Versace, Penélope Cruz volvía a aparecer sobre la alfombra roja española este lunes. Con motivo de la edición número 28 de los premios de la Unión de Actores viajó de nuevo a su tierra natal, ocasión en la que coincidió con otros pesos pesados de la industria como su suegra Pilar Bardem o Inma Cuesta. Para la ocasión, la intérprete lució un estilismo firmado por Chanel, la histórica casa francesa, marca con una importancia muy particular para ella. Y es que además de ser embajadora de la firma desde verano del año pasado, la actriz siente una gran admiración por Karl Lagerfeld, motivo por el que recorrió la pasarela en el último desfile en el que trabajó el diseñador. Justo por ese motivo no es de extrañar que escogiera una creación suya para una noche en la que, nominación aparte, se convertiría en el centro de las miradas por su elección estilística. Las tablas que tiene sobre la alfombra roja han convertido a la madrileña en toda una experta, ya que sabe qué le favorece y qué no sobre la alfombra, de ahí que sus looks de gala sigan siempre el camino de los colores oscuros, los tejidos elaborados o los encajes combinados con tacones muy altos, consiguiendo siempre el efecto 'piernas infinitas'.
Considerada una de las celebridades mejor vestidas de 2018 por su exquisito gusto personal, su aparición en el Circo Price, localización en la que tuvo lugar el evento, estuvo a la altura de lo esperado. Larga vida a los básicos debió de pensar la actriz que acudió con una de las prendas icónicas de Chanel, un abrigo largo negro de tweed. El famoso tejido que encumbró la firma era de silueta recta con botones de tortuga y ocultaba su diseño por completo, creación que no reveló hasta que subió al escenario a recoger el premio por su interpretación de Donatella Versace.
Como hiciera en los Globos de Oro de este año, el escotazo fue el detalle que llamaba la atención sobre el vestido negro a falta de apliques o estampados. De estilo triangular, el tirante ancho se dividía en dos finas tiras de estilo espagueti. Para cerrar la abertura delantera, el diseño contaba con broche de pedrería con el característico logo de la firma de la doble 'c' entrecruzada, un elemento que ha vuelto directo de la década de los 90 al armario. Potenciando la figura de Penélope, la creación de Chanel llevaba un pequeño volante péplum en la cintura y falda de largo midi. Pese a que el estilo podría ser considerado atemporal, la artista supo actualizarlo dándole el toque final con un bolso de mano XS que llevó colgado de la mano. ¿Los puntos de color para contrastar el sobrio estilismo? Su manicura y pedicura a juego en rojo.
Aunque el largo intermedio puede jugar en nuestra contra a la hora de acortar la silueta, Penélope Cruz supo cómo solventar la situación añadiendo uno de sus zapatos preferidos del armario, un par de peep toes de Louboutin con plataforma delantera disimulada. Aunque es un diseño típico de la firma, son varios los modelos de este estilo que tiene la artista, ya que son multidisciplinares, funcionan con todo tipo de prendas y encima suman centímetros a las piernas. En acabado de charol o tipo satinado son dos de los diseños que más utiliza. Los que lució el lunes tienen mucha historia en las citas de gala de la actriz ya que son los mismos que llevó para los premios Feroz 2016, con los que acudió en febrero del mismo año al programa The Tonight Show e incluso posteriormente a los Forqué. Unos tacones que, pese a tener tres años, lució como si acabara de estrenar.