Parece que la primera dama sí aprende de sus propios errores. En los últimos tres días, Melania Trump se ha alejado de su versión más sofisticada de inspiración lady para apostar por unas elecciones más desenfadadas. Una imagen casual que respondía a una agenda marcada con el compromiso social que le llevó de viaje a Alabama para conocer de primera mano las zonas devastadas por el tornado que afectó a este estado el pasado 3 de marzo. Decisiones antes y después de su desplazamiento (y tras pasar por Florida) que van acorde con el carácter de su visita y que, además, corrigen aquellos polémicos estilismos de 2017 que se hicieron virales. Por aquel entonces, sus más críticos, como era de esperar, no entendieron que incluyera zapatos de altísimo y fino tacón durante desplazamientos a áreas asoladas por catástrofes naturales.
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Si para el mismo look que llevó durante su visita a las zonas devastadas incluía unas deportivas best seller que le alejaban radicalmente de sus tradicionales pumps de altísimo tacón, esta vez la Primera Dama tomó la misma decisión a su vuelta a la Casa Blanca. Al bajar del avión, volvío a evitar los taconazos y cualquier tipo de comparativa con las fotografías de hace dos años. En esta ocasión, su elección fue decantarse por unas botas de piel cuyo diseño marcaba una imagen más cercana.
El modelo en cuestión no es un estreno sino que Melania lo recupera de su vestidor; de hecho estas botas marcaron varios de sus looks a finales de 2018. ¿De Gianvito Rossi o Victoria Beckham? El debate en redes no se ha hecho esperar, aunque es la firma italiana la que parece llevarse la autenticidad del diseño. Confeccionadas en piel, presentan la caña elevada y un tacón alto muy ancho. En esta ocasión, las combina con un trench corto de Burberry, un modelo agotado que podría adqurirse por 1.350 euros aproximadamente; y un pantalón pitillo en negro. Además, no se separa de sus grandes gafas de sol, un modelo XXL en color oscuro.