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Bajo una gran lluvia, los duques de Cambridge han visitado la localidad costera de Blackpool, al noroeste de Inglaterra. Allí, a pesar de las inclemencias meteorológicas, Kate Middleton ha sabido iluminar este día gris con un estilismo dominado por el color verde, pero que se acompaña de detalles muy llamativos. Es su vestido la pieza más impactante de su look, pues se decanta por un modelo con un vistoso estampado de plumas de pavo real que, en un primer momento, camufló bajo su abrigo y un fular al cuello.
Con cuello camisa, es un diseño de corte retro con botonadura frontal, manga abullonada y largo midi. Recuerda por su corte al vestido en tono pastel que llevó ayer en el 50º aniversario de Carlos de Inglaterra como príncipe de Gales, donde protagonizó un nuevo duelo de estilo con Meghan Markle. Sin embargo, es el estampado la principal diferencia con aquella elección que mostraba la imagen más dulce y romántica de Kate. Además, este estreno se acompaña de una cinta al tono que se ciñe a la cintura y define aún más la figura en un exitoso efecto estilizador.
Para protegerse del frío, lleva un fular oscuro al cuello y abrigo verde con cierre cruzado, de Sportmax. Esta última prenda se caracteriza por su estilo militar y cierre cruzado, y lo estrenó en diciembre de 2015. Posteriormente, lo recuperaría en febrero de 2016. Se trata de un diseño que originalmente se acompaña de un cinturón negro superpuesto. En esta ocasión, ha preferido desprenderse de este accesorio.
Completa su look, con su bolso estilo años 50 de la firma Manu Atelier, que llevó recientemente con su apuesta más British durante un viaje a Escocia; y botas de ante negro, de Ralph Lauren. Como joyas, lleva pendientes de topacio blanco y diamantes, de Kiki McDonough.
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