Esta mañana, el Grand Palais de París ha acogido el adiós definitivo a Karl Lagerfeld, exactamente dos semanas después de su muerte. La última colección que el modisto alemán diseñó para Chanel, firma que dirigió durante 36 años, se ha presentado en la última jornada de la Semana de la Moda parisina, y tanto el front row como la propia pasarela se han llenado de amigos, musas y admiradores de Lagerfeld. Entre todos ellos, Penélope Cruz, la primera embajadora española de Chanel, que ha participado junto a Kaia Gerber y Cara Delevingne -entre otras tops cercanas al diseñador- en el desfile. "Hay mucho amor por él [por Karl] en este lugar. Es un honor ser parte de esto", ha declarado visiblemente emocionada la actriz al terminar el show, cuando ya había cambiado su look de pasarela por un segundo estilismo negro también muy favorecedor, firmado por Chanel.
“De algún modo ha sido como caminar junto a él", explicaba Penélope Cruz sobre su aparición en este último desfile que Karl Lagerfeld ideó para Chanel, el correspondiente a Otoño/invierno 2019-2020. Al terminar la presentación, la intérprete contaba a los medios que, aunque conocía al diseñador desde 1999, su relación se había afianzada en el último año, desde que ella se convirtiera en embajadora de la firma y comenzaran a trabajar de forma cercana. La bonita despedida que Penélope dedicó a Lagerfeld a través de Instagram daba muestra de esa alianza profesional convertida en amistad: "Siempre habrá en mi corazón un sitio para ti, mi querido Karl. Nunca olvidaré tu amabilidad, generosidad y todo lo que nos hemos reído juntos. Guardaré esos momentos para siempre. ¡Nos has inspirado de muchas maneras! Gracias, maestro. Te quiero".
Hoy, la oscarizada actriz ha querido dar un último adiós a su amigo y diseñador de cabecera formando parte de este desfile inspirado en la moda alpina y recalcando, tras el mismo, "la amabilidad, dulzura y respeto" que caracterizaban a Lagerfeld. Y si sobre la pasarela veíamos a una Penélope más juvenil que nunca, con un dos piezas de top y minfalda en blanco y un peinado que recordaba a las ondas que lucía en los años 90. Como si el tiempo no hubiera pasado por ella, con su piel radiante y su belleza natural, tras la presentación ha mantenido el semirecogido y ha escogido un look muy representativo. Así, con un vestido de tweed oscuro con un gran cuello, aplicaciones brillantes e hilos dorados, definía perfectamente el estilo innovador con el que Karl Lagerfeld reinventó el clasicismo parisino sin perder su elegante esencia.