Fue el 25 de diciembre de 2018 con motivo de la tradicional misa en Sandrigham cuando vimos coincidir a Meghan Markle y Kate Middleton por última vez en un mismo acto. Desde entonces, sus agendas les habían llevado por caminos separados. Sin embargo, la espera de volver a ver juntas a la duquesa de Sussex y de Cambridge ha llegado a su fin. Poco más de dos meses después, las dos royals comparten protagonismo con motivo de la celebración del 50º aniversario de Carlos de Inglaterra como príncipe de Gales y generan un nuevo duelo de estilo. Una comparativa que viene definida por dos looks muy diferentes, con los que la duquesa de Sussex sorprende con una apuesta que renueva sus elecciones premamá mientras que la esposa de Guillermo de Inglaterra prefiere una imagen menos arriesgada.
Para la ocasión, Meghan Markle se decanta en esta ocasión por una tendencia innovadora en su vestidor premamá: un vestido con brocados tornasolados y metalizados de aspecto envejecido. Lo presenta en un modelo midi, al que acompaña un abrigo blanco de Amanda Wakeley que no es nuevo (1.039 euros). Una prenda muy luminosa que prefiere llevar con el cuello subido, recordando al corte chimenea de la chaqueta del traje que llevó la reina Letizia en su pedida de mano con Felipe VI y que recuperó 15 años después en su reciente viaje a Marruecos. Además, llevó salones de Paul Andrew y clutch de Gussie. Sorprendentemente y aún siendo un acto celebrado en interiores, la esposa de Harry de Inglaterra sí lleva medias.
Por su parte, la duquesa de Cambridge prefiere una imagen mucho más romántica y suavizada que potencia con un vestido de estilo setentero con manga abullonada, botonadura en frontal en el escote y falda hasta el tobillo. Lo elige en un tono verde menta muy parecido al de uno de sus últimos estrenos, el diseño glitter de Missoni que llevó en Belfast la pasada semana. Además, también guarda similitud con el vestido de Jenny Packham (modelo Beulah) que estrenó en Malasia en 2012.
Como complementos, Kate se decanta por un clutch metalizado muy en sintonía a sus gustos personal. De igual forma, apuesta por un calzado que es habitual en su vestidor, unos pumps en tono nude.