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Esta mañana, los duques de Cambridge volvían por sorpresa al trabajo y anunciaban que iban a comenzar una visita oficial a Irlanda del Norte que duraría 48 horas. En su primera parada, han asistido a un estadio de fútbol juvenil, donde Kate Middleton ha sorprendido con un cambio de estilismo radical en apenas unos minutos. A su llegada, lucía su abrigo rojo de Carolina Herrera de cuello bebé, cuerpo entallado y falda evasé sumado a unos leggings negros y unos botines cómos a juego, pero, tan solo unos instantes después de entrar en el campo, ha aparecido sobre el terreno de juego vestida con un conjunto totalmente informal y adecuado para la ocasión, ya que no ha dudado en demostrar sus habilidades con el balón. Ahora, recupera su característica sofisticación y dice adiós a las deportivas para subirse de nuevo a sus infalibles stilettos en una fiesta celebrada en el Belfast Empire Music Hall.
La Duquesa ha estrenado un favorecedor diseño pensado para estilizar, que efectivamente potenciaba su esbelta figura. Haciendo gala de su habitual sofisticación, ha escogido un vestido de cóctel con escote envolvente en 'V' y manga larga semitransparente abullonada, ceñido a la cintura y de falda plisada midi de línea evasé. Lo más llamativo de esta pieza es sin duda el tejido con el que está confeccionada, un lúrex en tono verde agua con detalles glitter muy finos que han hecho brillar -literalmente- a la mujer del príncipe Guillermo.
Esta delicada creación está firmada por la casa italiana Missoni, y puede adquirirse a través de plataformas multimarca online como Net-a-Porter por 1.325 libras (unos 1.550 euros aproximadamente). Como se puede leer en la descripción, está ideado para que se adapte a la perfección a la silueta femenina y resulte totalmente cómodo a pesar de tratarse de una prenda de noche.
No es la primera vez que Kate Middleton se decanta por un estilismo con este efecto brillante, puesto que es una gran amante de las pedrerías y las aplicaciones en las grandes alfombras rojas. Sin embargo, hoy rebaja la intensidad para adaptar esta tendencia a un estilismo totalmente acertado para una noche musical. Para ello, se decanta por complementos neutros, como sus infalibles salones en tono nude de Gianvito Rossi, a los que agrega un pequeño bolso de mano a tono de Mulberry.
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