Después de disfrutar de unas idílicas vacaciones en companía de sus tres hijos la semana pasada, los duques de Cambridge han regresado al trabajo por sorpresa y nada menos que con un viaje oficial. Tal y como han anunciado hace apenas unas horas, hoy comienza una visita exprés a Irlanda del Norte que durará dos días. El primer acto del matrimonio ha tenido lugar en la capital, Belfast, donde han acudido a un estadio de fútbol juvenil. Para la ocasión, Kate Middleton ha sorprendido recuperando uno de sus abrigos preferidos, que además guarda una curiosa anécdota relacionada con la infanta Sofia, de la manera más inesperada.
La Duquesa ha escogido de nuevo esta pieza de estilo babydoll, con cuello bebé, cuerpo entallado decorado con botones forrados y falda de vuelo que reside en su vestidor al menos desde 2016. Aquel año estrenaba en público esta creación, perteneciente a la firma Carolina Herrera y valorada en aproximadamente 1.400 euros, durante acto de Estado en Canadá. Posteriormente lo ha recuperado en varias ocasiones, y lo ha incluido en su maleta a países tan diferentes como París o ahora Irlanda del Norte, por lo que parece una de sus prendas infalibles a la hora de viajar. Sin embargo, esta vez le otorga una estética más moderna al sumarle leggings y los botines de tacón cómodo que estrenó a principios de mes, quizá otra de sus respuestas a aquellos que consideran que es demasiado clásica, ya que hasta ahora únicamente lo había lucido en estilismos más sofisticados, a modo de vestido sumado a medias transparentes y sus habituales stilettos.
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Una de las curiosidades más llamativas de este abrigo conecta a la duquesa de Cambridge con la infanta Sofía, puesto que la hija pequeña de los Reyes lo tiene igual en su versión 'mini'. En su caso, lo estrenó el Día de la Hispanidad de 2016, y también está firmado por Carolina Herrera, solo que cuenta con detalles que lo hacen más adecuado para niñas, ya que no se entalla tanto en la cintura sino que sube un poco el talle para conseguir más volumen en la falda, algo típico de diseños infantiles. Cuando los titulares de moda de la prensa internacional se estaban volviendo a centrar en esta conexión real, la Duquesa ha sorprendido con una transformación de look radical en apenas unos minutos, mostrando su faceta más informal para lanzarse al campo de fútbol con los niños.
La esposa del príncipe Guillermo no ha dudado en demostrar sus habilidades con el balón, por lo que ha sustituido su elegante abrigo por un conjunto compuesto por un plumas azul marino, leggings negros (probablemente los que llevaba a su llegada, lo que ha ayudado a que se cambiara más rápidamente) y unas deportivas azules. También ha recogido su melena con una coleta para lograr mayor comodidad. De esta manera, hemos visto una faceta desconocida de la Duquesa, que suele mantener su característica sofisticación incluso en los eventos más informales y no suele recurrir a prendas tan deportivas como las ajustadas mallas de hoy.