Las seguidoras de las tendencias se encuentran en los lugares más insospechados, ¡hasta en palacio! Muchas mujeres de la realeza son fieles invitadas a las presentaciones de las nuevas colecciones de firmas de lujo, un selectivo grupo en el que se encuentran Olympia de Grecia, Eugenia de York o Carlota Casiraghi. La hija de Carolina de Mónaco ocupó su puesto en la primera fila del desfile de Saint Laurent junto a la CEO del grupo Kering o Francois-Henri Pinault, el marido de Salma Hayek. Un evento que tuvo lugar en el marco de la Semana de la Moda de París este martes y en el que dejó salir su faceta menos royal. Si hace unos días acudió a la ceremonia de despedida de Karl Lagerfeld en riguroso negro, para esta ocasión volvió a recurrir al color más elegante de la paleta con un vestido de fiesta menos sobrio, un estilismo inspirado en la estética baby doll de los años 60.
Su look, una reinterpretación de los Swinging Sixties, la revolución londinense en la que Twiggy o los Beatles se convirtieron en iconos, estaba compuesto por un minivestido de cuello camisero con lentejuelas como detalles en las mangas, bolsillos y en el borde del cuello. A modo de accesorios combinó el little black dress -corte que ya lució en la Gala del Met del año pasado- con un bolso a juego y unas botas de caña alta negras. El diseño del calzado, el modelo Jane de la firma francesa cuyo precio ronda los 1.926 euros de piel de anguila, de punta cuadrada y tacón ancho, remataba esa estética inspirada en la optimista década que volvió a versionar la princesa.
Aunque mide 1,7 metros, la combinación escogida por Carlota Casiraghi es perfecta para sentar bien independientemente de la altura. El corte de la falda, un largo mini, se trata de un acabado que, de por sí, estiliza la figura al centrar la atención en las piernas. Si además, como la hija de Carolina de Mónaco, añadimos unas botas altas con tacón, un calzado que alarga la pierna como si de unos stilettos se tratara, se consigue el efecto 'silueta infinita'.
SIguiendo el consejo de estilo que cumplen la mayoría de las royals como Meghan Markle o la reina Letizia así como las invitadas más famosas entre las que se encontraban Kate Moss o Salma Hayek, Carlota Casiraghi dejó que su maquillaje favoreciera sus rasgos sin que resultara sobrecargado.La princesa apostó por el minimalismo: una coleta con la raya al medio pulida, un delineado estilo cat eye y labios en color rojizo formaban su beauty look de insider en el mundo de la moda.