Después de unos días de relax en los que ha volado hasta la ciudad de Nueva York para disfrutar de su baby shower en compañía de sus amigas, Meghan Markle regresa al trabajo por todo lo alto: con su primer viaje oficial a Marruecos. La duquesa de Sussex comienza esta visita encontrándose en su tercer trimestre de embarazo y en compañía de su marido, el príncipe Harry. De esta manera, los Duques siguen la estela de los Reyes Felipe y Letizia, que visitaron el país africano la semana pasada. Si en su escapada a Estados Unidos Meghan sorprendía con su look de viaje más informal, hoy recupera los sofisticados estilismos que caracterizan su vestuario en las citas de trabajo.
A su llegada al aeropuerto de Casablanca -más de una hora después con respecto a lo estimado-, donde el matrimonio ha sido recibido por el embajador británico en Marruecos y su esposa, Meghan ha deslumbrado con un conjunto que no ha tardado en conquistar las redes sociales y que muy probablemente se trate del mismo que lucirá durante la recepción privada con el heredero al trono Moulay Hassan que tendrá lugar a continuación.
La Duquesa ha sorprendido al escoger un diseño de Valentino, ya que se trata de una firma poco habitual en su vestidor, del intenso tono rojo que popularizó el diseñador italiano y que también tiñe la bandera del país anfitrión, algo que varios usuarios de Twitter han señalado como un guiño intencionado, tal y como hiciera durante su visita a Fiji el pasado octubre. Además, resulta aún más llamativo porque este carmesí se trata de un color poco utilizado por la Duquesa, que desde su compromiso con el príncipe Harry únicamente lo ha lucido un par de ocasiones contadas.
En este caso, ha optado por un vestido de cóctel por encima de las rodillas con silueta evasé, manga francesa y una pequeña sobrecapa con detalles bordados a modo de decoración. Con esta elección, también renuncia por una noche de sus adorados vestidos ajustados y logra una imagen premamá más clásica y sofisticada sin renunciar al estilo. En cuanto a los complementos, se ha decantado por piezas de color beis para equilibrar el estilismo. De esta manera, ha lucido un bolso de mano tipo sobre con detalles dorados -también obra de Valentino-, guantes a juego (sin poner, como suele llevarlos) y stilettos clásicos de tacón alto, tal y como recomiendan las reglas de protocolo de la Casa Real británica. Ha prescindido de grandes joyas y ha despejado su rostro, maquillado en tonos muy naturales, gracias a un pulido moño alto con raya en medio.