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Ayer en la famosa penthouse suite del hotel The Mark en el Upper East Side de Nueva York, Meghan Markle celebró su baby shower rodeada de sus amigos más cercanas, como Amal Clooney, la diseñadora de moda Misha Nonoo, la estilista Jessica Mulroney, Gayle King, el maquillador Daniel Martin o la actriz de Suits Abigail Spencer, entre otros. Una reunión íntima muy especial que, tras su celebración, nos dejó ver a la duquesa de Sussex con su imagen más casual al abandonar el establecimiento camino del aeropuerto con un look de viaje inesperado y que se aleja de sus elecciones como royal. Un estilismo muy desenfadado con chándal que se acompañaba de complementos reveladores y simbólicos en agradecimiento a la emotivo encuentro que había vivido.
Una de los accesorios de su estilismo que más sorprende es su gorra. Aunque no es inusual ver a una royal con este complemento en actos más informales, Meghan Markle da un giro inesperado a su elección al decantarse por un modelo promocional. Concretamente, forma parte del merchandising de la serie de Rectify. Un detalle que supone un guiño a una de sus mejores amigas, ya que Abigail Spencer también forma parte del cast de este espacio televisivo.
Otro complemento muy simbólico de su estilismo es su colgante. ¿Regalo de su baby shower? Meghan Markle llevó una pieza de oro de la firma Jennifer Meyer en la que se puede leer con letras minúsculas la palabra mommy. "El regalo perfecto para mamás y futuras mamás", precisa esta compañía en su tienda online. Su precio, 748 euros.
Su imagen más infomal también viene impulsada al decantarse como calzado unas deportivas de adidas de estilo running, modelo UltraBoost en negro (precio entre 140-168 euros). Una elección perfecta para combinar con sus leggings y su chaqueta tipo chándal con cremallera, modelo premamá de Ingrid & Isabel (77,62 euros). Completa su estilismo con abrigo cámel y bolsa de viaje de cuero, modelo Le Sud de Cuyana (347 euros).
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