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Después de dos intensos días de visita oficial a Marruecos, los Reyes finalizan el viaje con una recepción a la Colectividad Española celebrada en la Sede de la Biblioteca Nacional en Rabat, tras la que pondrán rumbo de vuelta a Madrid. Para el que es su cuarto y último look en el país africano, la reina Letizia ha optado por un diseño de estreno en tono vino de una de sus firmas preferidas. En estas dos jornadas ha vuelto a despertar el misterio de su vestido gris envolvente, ha impactado con un diseño joya en la cena de gala y, sobre todo, ha emocionado al recuperar el look de su pedida de mano 15 años después. Para poner el broche de oro perfecto, luce un nuevo vestido de la colección otoño-invierno 2017/2018 de Carolina Herrera.
En esta ocasión ha optado por una pieza de escote redondeado ligeramente abierto, manga larga y falda midi de línea 'A', una de sus siluetas preferidas y más favorecedoras. Fiel a su esencia, ha escogido un modelo con el que seguro que se siente especialmente cómoda, puesto que pertenece a una de sus firmas de cabecera y está teñido de uno de sus colores estrella: el burdeos. Además de su adorado carmesí, este tono de rojo es otro de los que no faltan en el vestidor de la esposa del rey Felipe, por lo que no resulta extraño que lo haya elegido para despedirse de un viaje en el que el tono blanco ha sido el absoluto protagonista.
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Esta creación está confeccionada en tejidos muy diferentes, ya que el cuerpo posee un aspecto ligero gracias a la organza de seda semitransparente y las mangas otorgan una estética invernal al ser de terciopelo, al igual que el cinturón que enmarca su silueta. Este juego de texturas se ve potenciado gracias al collage de piezas de organza y microlentejuelas que decoran el cuerpo, un novedoso ornamento con el que doña Letizia renuncia por una noche al encaje que suele acompañar a su colección de vestidos rojos.
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Como complementos, se ha calzado sus tacones color vino de pulsera al tobillo de Lodi y los ha combinado con un bolso de mano rojo de Reliquae. En cuanto a las joyas, destacan unos grandes pendientes de brillantes con forma de gaviota pertenecientes a su suegra, la reina Sofía. De esta manera, la Reina vuelve a homenajear a la madre del rey Felipe después de haber finalizado 2018 luciendo dos de sus vestidos.
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