Tras impactar vestida de novia en la alfombra roja de los BAFTA, la duquesa de Cambridge recupera una imagen más sobria con un look de trabajo para acudir a la conferencia Mental Health in Education por The Royal Foundation, celebrada en el histórico Mercers' Hall de Londres. Allí, ha recurrido a un nuevo traje que replica los gustos de Isabel II al estar confeccionado en tweed. Igualmente, se hace eco de la fórmulas combinatorias de estilo que caracterizan a la Reina de Inglaterra cuando recupera sus prendas en el género que popularizó Coco Chanel, ya que prefiere mostrar sus piernas con medias. Una elección con la que marca la diferencia con su cuñada, la duquesa de Sussex, que evita llevarlas incluso en invierno.
Como pieza central de su último look de trabajo, Kate apuesta por su nuevo traje en tweed, compuesto por chaqueta con doble botonadura y minifalda. Lo que podría haber sido una elección demasiado clásica, encuentra también cómo mostrar su faceta más novedosa y actualizada con dos detalles: ambas prendas presentan un acabado desflecado de tendencia, recurso que también hemos visto para lucir prendas en este género en otras royals como doña Letizia; y, además, se acompañan de corte con vuelo en el bajo. En el caso de la chaqueta, este estilo genera una silueta péplum que da como resultado un potente efecto estilizador de cintura de avispa.
Por su parte, la falda se presenta en corte mini a medio muslo. Un largo que se ha convertido en su favorito a la hora de llevar medias tupidas en negro. Y a juego con este accesorio, recupera su bolso de Mulberry en ante, modelo Bayswater (564 euros); sus zapatos de Tod's en ante, con tacón ancho y taquitos de goma en la suela para mayor comodidad en la pisada (382 euros); y sus pendientes de Kiki McDonough con morganita, diamantes y oro blanco (3.880 euros).