En el histórico Draper's Hall de Londres, los duques de Sussex han acudido a la entrega de los Endeavour Fund Awards, unos galardones que en 2019 reconocen el logro de 9 miembros de las Fuerzas Armadas que han sido heridos o enfermaron estando de servicio, pero que han utilizado el deporte y desafío de aventura como parte de su recuperación y rehabilitación. Noche de superación a la que Meghan Markle acude por segundo año consecutivo y, por primera vez, como duquesa y embarazada. Unos cambios sustanciales a los que acompaña un significativo giro de estilo, pero con un denominador común: un guiño bicolor a la estética masculina. Además, lo complementa con un accesorio con truco: un calzado con tira en el empeine que sujeta mejor el pie y equilibra cada paso a pesar de su alto tacón. Un secreto que también conoce doña Letizia, quien posee de estilo similar en su vestidor.
Su look de 2018 encuentra referente en la imagen de la Duquesa de Sussex en esta edición de 2019. La dualidad blanco y negro con guiños a la estética masculina sigue presente también este año. Sin embargo, en lugar de blazer y pantalón, Meghan crea su estilismo mediante la oposición de estos tonos neutros dispuestos en una camisa y una falda larga con amplia abertura y talle muy elevado que se adapta a su tripita de embarazada. Una elección hecha a medida bajo el sello de Givenchy que dan como resultado una seducción y elegancia equilibrada, básica y acertada.
A su favor, también juega el calzado elegido. En lugar de unos salones tradicionales, se decanta por este diseño tipo mules que, a pesar de tener el talón descubierto y poseer un tacón de 10,5 centímetros, aseguran mejor el pie a la horma al incluir un adorno rígido de tiras doradas sobre el empeine. Un diseño que responde al nombre de modelo Rendez Vous Pump 105 y pertenece a Aquazzura (595 euros). Como bolso, se decanta por un clutch rígido de satén y cierre-joya, de Givenchy, que ya llevó en Ascot. Por último, recupera de su joyero los pendientes de diamantes y oro rosa con forma de trébol de Vanessa Tugendhaft (640 euros).
En la entrega de los Endeavour Fund Awards de 2018, Meghan Markle se decantó por una prenda inspirada en el armario masculino, pero que ya es un básico del vestidor femenino: un esmoquin. En color negro, era una creación de la firma Alexander McQueen que estaba compuesto por un blazer entallado y pantalones pesqueros que dejaban al descubierto sus tobillos y permitían apreciar mejor sus salones a juego con altísimo tacón, de Manolo Blahnik. Además, también llevaba un clutch al tono, de Prada; y, en contraste, una blusa con lazada al cuello, de Tuxe; y pendientes de oro y anillo de oro y diamantes, de Birks.