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Anoche millones de personas en todo el mundo -especialmente en Estados Unidos- estuvieron pendientes de la gran final de la Super Bowl 2019, que enfrentaba a los New England Patriots y Los Angeles Rams. Más allá del resultado deportivo, que se saldó con la sexta victoria de los Patriots en este campeonato, el partido dejó, como ocurre año tras año, una serie de anécdotas y curiosidades -como el beso entre Tom Brady, estrella del equipo ganador, y Gisele Bündchen-, puesto que fueron numerosas las celebrities que acudieron a disfrutar del evento. Una de las parejas más buscadas fue la conformada por el propio presidente del país, Donald Trump, y su esposa Melania, que, aunque no asistieron al campo, celebraron como ya es tradición una fiesta con motivo de la final en su casa de Palm Beach en Florida. Para la ocasión, la Primera Dama cambió totalmente de registro con respecto al año pasado y se decantó por un conjunto sencillo y discreto teñido de los colores de la bandera estadounidense.
Durante el mismo acto hace justo un año, Melania salió a saludar junto a su marido ataviada con un look valorado en más de 2.300 euros -1.680 de los cuales hacían referencia a una bomber de satén de Amiri- que no tardó en generar miles de comentarios negativos. A pesar de que la Primera Dama está más que acostumbrada a que sus conjuntos se analicen hasta el más mínimo detalle y sean criticados por unos u otros motivos, lo cierto es que últimamente parece decidida a evitar la polémica en estas citas señaladas, al menos en la medida de lo posible. Esta podría ser una de las razones por las que ha optado por lucir un estilismo más discreto aunque igualmente patriótico y protagonizado por una prenda diseñada en Estados Unidos.
La esposa de Donald Trump ha escogido una camisa de rayas rojas y blancas de la firma Ralph Lauren, en concreto el modelo 'Boyfriend fit' que está disponible en su web por 130 euros. Se trata de una pieza sencilla, sin estridencias y que se aleja del precio exclusivo de la comentada bomber. Además, siguiendo esta estela de austeridad, le agregó unos pantalones capri azul marino que recuperó de su vestidor ya que los había llevado en anteriores ocasiones y completó con stilettos a tono. Además, después de la fiesta, Donald, Melania y su hijo Barron regresaron a casa en avión y, en lugar de cambiar de estilismo para viajar, algo habitual para la Primera Dama, decidió sustituir únicamente la camisa por un top azul y agregar un abrigo para protegerse de las bajas temperaturas, manteniendo de esa manera los mismos pantalones y calzado.
Con este estilismo, Melania podría estar demostrando que escucha las críticas, ya que, en un evento tan señalado para el pueblo estadounidense, prefirió mantenerse en un segundo plano y no suscitar polémicas con su look, tal y como ocurriera el año pasado. En la final de 2018, también escogió prendas con tonalidades patrióticas, como una chaqueta de seda de la firma Amiri valorada en 1.680 euros y unos salones de tacón en azul cobaldo de efecto pitón obra de Christian Louboutin que se vendían por 650 euros. El elevado coste de este conjunto no convenció a los ciudadanos, que opinaba que era demasiado caro para tratarse de una elección para ver un partido de fútbol en clave informal.
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