Si ayer inauguraba su agenda oficial en solitario, hoy doña Letizia se ha unido a su marido y a sus suegros, los eméritos don Juan Carlos y doña Sofía, para presidir la entrega de los Premios Nacionales del Deporte. El acto, que ha tenido lgar en el Palacio Real de El Pardo, ha reunido de nuevo a los cuatro reyes. Mientras que ayer la reina Letizia decidió conformar un conjunto de estética working compuesto a base de prendas en tonos blancos y negros, hoy ha preferido apostarlo todo a su color estrella recurriendo a uno de los modelos de su extensa colección de vestidos rojos.
Tal y como suele hacer en las citas más señaladas, la Reina se ha decantado por un diseño teñido de un intenso tono carmesí. En concreto, se trata de una pieza de Carolina Herrera, una de sus casas de cabecera, que ya le habíamos visto en varias ocasiones, un ceñido vestido efecto fit de cuello caja, manga francesa y falda midi de silueta lápiz que estrenó en 2015. El toque diferencial lo agrega el discreto volante tipo péplum que lleva en la cintura, un adorno que potencia la figura y al que también ha recurrido recientemente Meghan Markle.
Doña Letizia lució este vestido por primera vez en octubre de 2015, durante la ceremonia oficial por el Día Internacional de la Alimentación que se celebró en en Milán, y lo recuperó en 2016 para la recepción con el escritor mexicano Fernando del Paso, que recibió el Premio Cervantes en aquella edición. Hoy, cuatro años después de su estreno, vuelve a apostar por él, demostrando que comienza el año con el propósito de reciclar vestuario -recordemos que sus tres looks en lo que va de 2019 cumplen con esta máxima-. Curiosamente, agrega los mismos pendientes que llevó en ambas ocasiones anteriores, unas joyas largas compuestas por pequeñas piezas doradas que conforman una cascada e iluminan su rostro. También ha mantenido la cartera de mano de estampado serpiente, tan de tendencia actualmente, firmada por Carolina Herrera.
A pesar de repetir no solo vestido sino prácticamente conjunto completo, la Reina se supera a sí misma cuatro años después. ¿La clave del estilismo de hoy? El look de belleza y el cambio de calzado. Ha sustituido los stilettos de charol de Lodi que se calzó la primera vez por unos rojos de tacón fino para conseguir un total look, que consigue una estética más sofisticada. En cuanto al peinado, ha prescindido del recogido texturizado y ha optado por llevar su melena lisa con volumen en las puntas. Por otra parte, el maquillaje, mucho más sutil y discreto, resulta también un acierto total al tratarse de un acto de día.