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Los duques de Cambridge se han despedido de las vacaciones navideñas con su primer acto público que supone la inauguración de la agenda real de 2019. Junto a la reina Isabel II han acudido a la primera misa de domingo en Sandrigham, una tradición que llevan repitiendo desde enero de 2016 en la iglesia de Santa María Magdalena. Las bajas temperaturas hicieron que Kate Middleton optara por una de las opciones estilísticas que tan buen resultado le trae cuando debe acudir a eventos durante los meses de invierno: un abrigo cerrado a modo de vestido. La prenda, de corte clásico y favorecedora para todos los tipos de cuerpo, es muy recurrente en el armario de las familias reales de las zonas de Europa más frías y húmedas, especialmente en Reino Unido, donde se ha convertido en una pieza icónica.
En concreto, la de la duquesa de Cambridge en azul petróleo está firmada por Catherine Walker. Aunque pueda parecer de esta temporada, es en realidad un abrigo que ya ha reciclado en otras ocasiones, ya que lo lució también en febrero del año pasado durante su visita a Oslo. Y es que Kate Middleton es conocida por reutilizar muchas de las prendas de su armario, un recurso que ha conseguido que el coste de su armario en 2018 fuera menor que el de su cuñada Meghan Markle. El diseño de la firma británica cuesta aproximadamente unos 3.350 euros y se trata de una de las marca de cabecera de la mujer del príncipe Guillermo. Por debajo se podía apreciar un vestido negro de lunares blancos que combinó con medias transparentes, un bolso de mano de Jimmy Choo en negro y stilettos oscuros.
El detalle original fue, sin duda, el tocado a modo de broche final del look que lució del mismo color que su chaquetón largo. De hecho, la fórmula de combinar un abrigo midi con un sombrero a juego es una opción por la que se decantó hace poco. En concreto, la duquesa de Cambridge llevó un conjunto muy similar el día de Navidad, ya que acudieron a la tradicional misa del 25 de diciembre también en Sandrigham. Si para esta ocasión prefirió que los tacones contrastaran con el resto del estilismo, una semana antes acudía a la ceremonia religiosa navideña optando por una combinación monocolor en rojo oscuro, un tono muy acorde con la festividad.
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