Como manda la tradición, la Familia Real británica se ha reunido en un almuerzo en el Palacio de Buckingham que sirve como inauguración de los festejos por Navidad de esta corona. En la cita y tras más de un mes después de su última imagen juntas, han vuelto a coincidir la duquesa de Cambridge y Meghan Markle. A pesar de los pocos detalles que dejan verse de su estilismos al llegar en coche a la residencia familiar, han protagonizado otro esperado duelo de estilo con dos elecciones reveladoras y que guardan tanto similitudes como diferencias entre sí. Sin embargo, la primera ha apostado por un estilismo con el que hace un guiño a su suegra, Diana de Gales, curiosamente, justo el mismo día en que doña Letizia ha reciclado un vestido de la reina Sofía.
Kate Middleton se ha acordado de aquel básico sin escote en color rosa y lazada al cuello que tanto gustaba a Diana de Gales. Una elección con la que recuerda algunas de las imágenes de archivo de la Princesa durante las carreras de Ascot de 1984, cuando la combinó con una falda a juego de Jan Van Velden.
Como joyas, lleva unos pendientes largos con perlas que también guardan similitud con el joyero más especial de Diana. Se trata de un modelo muy parecido a las piezas que la Duquesa heredó de su suegra y que llevó recientemente durante la recepción al cuerpo diplomático por parte de la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham hace dos semanas.
Por su parte, Meghan Markle también optó por un look sin escote. Sin embargo, el suyo guardaba un detalle sorprendente, pues no solo guardaba similitud a la elección que llevó en este mismo acto en 2017 sino que se trata de un vestido que recupera de su etapa previa a conocerse su relación con su actual marido, el príncipe Harry. Con estampado floral y cuello de volantes elevado, se trata de un diseño de Erdem que llevó en enero de 2016 durante una entrevista televisiva. Lo acompaña de pendientes oro blanco de 18k y diamantes de Cartier (14.000 euros), que ya ha llevado en varias ocasiones previas.