Este jueves, Keira Knightley ha añadido un nuevo logro a su carrera en la que no faltan nominaciones a diversos premios de la industria cinematográfica como son los Globos de Oro o los Óscar. Sin embargo, su último galardón no estaba únicamente relacionado con su trayectoria como intérprete ya que hace honor también a sus servicios para diversas causas caritativas tras ayudar a recaudar fondos para organizaciones como Oxfam o WaterAid. Se trata de la cruz del OBE, una orden de caballería que ha otorgado el príncipe Carlos convirtiendo así a la actriz en oficial de la Orden del Imperio Británico, título que ostentan también otras compañeras de profesión como Joan Collins o Judy Dench. Para la ceremonia que ha tenido lugar en el Palacio de Buckingham por la mañana, y a la que ha acudido junto a sus padres y su marido, la artista escogió un traje de inspiración lady muy en línea con el gusto británico que tanto aprecia la reina Isabel II.
Apostando por un conjunto de dos piezas de chaqueta y falda tubo de corte clásico, Keira Knightley lució para la formal ocasión un traje de Chanel, firma de la que es embajadora, de la colección Couture Primavera/verano 2017 en tweed. Combinando hilos en rosa y amarillo, el resultado pastel de la mezcla aportaba un toque muy jovial a la británica. Lejos de arriesgar, la actriz apostó por lo seguro emulando el look de pasarela que presentó Karl Lagerfeld el año pasado, con la camisa blanca por debajo rematada con un lazo negro al cuello y un cinturón ancho en rosa empolvado marcando el talle de la chaqueta.
El toque distintivo lo pusieron los complementos. En una mezcla ideada por la estilista Leith Clark, a quien recurre no solo la artista sino otras actrices como Michelle Williams o Allison Sudol, Keira Knightley remató el look con un sombrero de la misma colección a juego con el material del conjunto. Un accesorio para la cabeza que, además de ser requerido por la etiqueta a la hora de vestirse para acudir a eventos formales de mañana, es el adorno predilecto de la reina de Inglaterra para las grandes ocasiones.
Fue quizás el calzado el complemento que más actualizó su elección ya que optó por unos zapatos destalonados de tacón con pulsera al tobillo de la firma Chloe Gosselin, una marca que fue finalista del premio CFDA, galardón que otorga el Consejo de Diseñadores de Moda Americanos. En concreto el modelo Salix con cordones en color nude (289 euros) era el que llevaba la actriz, que demostró que hasta un tejido tradicional como puede ser el tweed de su traje, se puede actualizar con los accesorios correctos volviéndolo tendencia.